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Solbes asegura que el país no se ha paralizado y confía en que la inflación baje a partir de agosto

  • Asegura que el país no se ha paralizado

  • Confía en que el crecimiento será mejor en otoño

  • El ministro pide a los empresarios un esfuerzo inversor y moderación salarial

  • Espera que el IPC esté por debajo del 4% a finales de año

  • Propone ahorro energético para reducir el diferencial de inflación

  • La inflación española sube más que la europea por razones estructurales

RTVE.ES/EFE
6 min.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pedro Solbes, rechaza que el país se haya paralizado por la crisis y prevé un crecimiento "algo mejor" en el tercer trimestre, e insiste en que ahora es necesaria la moderación salarial y que las empresas inviertan en lugar de repartir beneficios.

En una entrevista con EFE, Solbes ha reconocido que la economía española está "rozando el larguero" de la recesión pero, asegura, no llegará a sufrirla, y cree que "tan importante o más" que tomar medidas para paliar la crisis es seguir "modernizando el país" y corregir sus desequilibrios para que cuando lleguen épocas mejores se vuelva a registrar un crecimiento elevado. Además, está convencido de que la rebaja fiscal de 400 euros va a tener un impacto positivo "claro" en el consumo privado, y así se va a notar en este tercer trimestre.

Este efecto y otros factores como las recientes bajadas del precio del petróleo, otras rebajas fiscales como la del Impuesto sobre Sociedades y el "buen año agrícola" ayudarán, en su opinión, a que en el tercer trimestre haya un aumento del PIB "algo mejor" al registrado entre abril y junio, que fue de sólo del 0,1 por ciento intertrimestral y del 1,8 por ciento interanual.

"Cuando veo el comportamiento de la gente a lo largo del verano es verdad que no existe la alegría de otros años, pero tampoco hay una sensación de paralización del país", señala el ministro de Economía, para quien lo importante es "no perder este tiempo" con medidas puntuales sino impulsar otras "estructurales" que refuercen los cimientos económicos de cara al futuro.

En cualquier caso, insiste en recordar que la batalla contra la crisis no la debe librar sólo el Gobierno, y que empresarios, trabajadores y ciudadanos en general deben adaptarse a la nueva coyuntura."Todos hemos estado subidos al carro de trece años de crecimiento", pero ahora las circunstancias "han cambiado" y hay que hacer las cosas "de otra forma", añade.

A los primeros a los que dirige este mensaje es a los empresarios, a los que recuerda que "no tiene sentido" que repartan beneficios de la forma en que lo hicieron en los años de bonanza y ahora es "importantísimo" que inviertan en sus actividades para impulsar el crecimiento.

A los trabajadores les recuerda que lo importante es mantener el empleo, y pide que esa premisa se tenga en cuenta en la negociación salarial.

"No hay que trazar grandes líneas aplicables automáticamente a todos, sino tener un comportamiento de moderación salarial. Eso hay que defenderlo en función de la situación de cada empresa", concluye Solbes.

Diálogo social y gasto público

El vicepresidente segundo explica que en el último paquete de medidas aprobado por el Gobierno no hay actuaciones en materia laboral porque el Ejecutivo prefiere discutirlas en el seno del diálogo social.  Asimismo, mantiene que la previsión de una tasa de paro del 10,4 por ciento para el conjunto de 2008 sigue siendo realista, porque se trata de una media anual -dicha tasa ya se alcanzó en el segundo trimestre-, aunque admite que "puede ser que a final de año estemos algo por encima" de ese porcentaje.

Solbes defiende la política del Gobierno de mantener los compromisos en gasto social y al mismo tiempo centrar los esfuerzos presupuestarios en seguir "capitalizando" la economía, con importantes partidas destinadas a I+D+i y a las infraestructuras.

Así, advierte de que en los Presupuestos Generales del Estado de 2009 "la mayor parte de las partidas serán menores" que las de 2008, aunque no en los casos citados, para los que hay que "priorizar" el aumento del gasto.

También asegura que "siempre que haya margen" para mejorar las partidas en infraestructuras se utilizará, porque es "positivo para el crecimiento" de la economía. Solbes insiste a Efe en el peso que ha tenido el contexto internacional "enormemente complejo", marcado por la crisis financiera y el encarecimiento del petróleo, sobre el deterioro económico español.

Bajará la inflación

En cuanto a los precios, Solbes confía en que la inflación española, cuya tasa en julio se situó en el 5,3 por ciento, bajará a partir de este mes hasta situarse por debajo del 4 por ciento al cierre de 2008, incluso aunque el precio del petróleo deje de bajar.

A pesar de esta confianza, reconoce que el elevado diferencial de precios con la zona euro -de 1,3 puntos en julio- supone todavía un problema de competitividad para la economía española. Solbes considera que, para tratar de reducir el diferencial de inflación de España con la zona euro, es necesario incrementar el ahorro energético.

Este diferencial se situó en 1,3 puntos en el mes de julio y Solbes recuerda que dicho diferencial y otros más altos se dieron en años anteriores a los del Gobierno de Zapatero, cuando el petróleo estaba en niveles muy inferiores.

El ministro de Economía y Hacienda se pregunta por qué entonces, con un petróleo más barato, "no se pudo hacer más" para resolver "parte de los problemas" que hacen elevarse la inflación, entre los que también cita la propia dependencia energética, los diferenciales de los costes de alimentación o los elevados precios de algunos servicios.

Incluso subraya que el hecho de que el precio del crudo fuera menor en aquellos años dio lugar a un crecimiento económico con materias primas más baratas, mayor consumo petrolífero y menor recorte energético, "y éste es parte del problema que estamos viviendo".

En su opinión, "hay que afrontar al diferencial con menor consumo energético", además de atender esos otros factores que hacen elevar los precios de consumo, como los citados márgenes en la comercialización de alimentos, que "en algunos casos son eficientes pero en otros no".

También subraya la importancia que sobre la inflación española tiene el precio de los servicios, algunos de los cuales, en su opinión, "son muy caros" mientras que otros, como los de la hostelería, aún siendo "competitivos", se han elevado mucho en los últimos tiempos.

El vicepresidente segundo recuerda en cualquier caso que la inflación española sube en mayor medida que en otros países del área por la propia "estructura de producción" del país, de modo que, cuando los hidrocarburos y los alimentos frescos se encarecen mucho, el IPC español sube más que otros.

En el caso de los hidrocarburos, asegura, esto sucede porque los impuestos que los gravan son menores en España, mientras que en el caso de los alimentos es porque el porcentaje de estos productos en la cesta de la compra española es mayor que en otros países.

Pese a todo, Solbes tiene "esperanzas claras" en que la inflación de agosto será "claramente más baja" que la de julio y que "incluso aunque no baje más el precio del petróleo" y se mantiene en los niveles actuales la tasa al cierre del año estará por debajo del 4 por ciento.

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