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Obama, la candidatura demócrata en la mano

  • Obama suma ya la mayoría de los 3.253 delegados elegidos en las urnas

  • Se convierte así en el primer afroamericano con posibilidades de llegar a la Casa Blanca

  • La "gran esperanza blanca" comenzó a tener relevancia política tras la convención de 2004

EFE
4 min.

El senador Barack Obama ha alcanzado lo que su campaña define como un "gran hito"Ha conseguido la mayoría de los delegados electos lo que, en la práctica, hace que tenga la candidatura presidencial demócrata al alcance de la mano.

Se convierte así en el primer afroamericano en la historia de EEUU que tienes posibilidades de llegar a la Casa Blanca.

El senador por Illinois, que ha ganado este martes las primarias de Oregón y ha perdido por amplio margen frente a su rival Hillary Clinton en Kentucky, todavía no tiene los 2.025 delegados necesarios para obtener la candidatura presidencial.

Pero tiene la mayoría de delegados, 1.627 de los 3.253 delegados elegidos en las urnas, y esto puede ayudarle a convencer a la elite del partido a que cierre filas definitivamente en torno a él.

Tiene, de alguna forma y muy a pesar de Clinton, la candidatura al alcance de la mano.

"La gran esperanza blanca"

Bautizado por algunos como "la gran esperanza blanca", por encarnar el sueño de reconciliación en un país con profundas divisiones raciales, Obama ganó relevancia en el panorama político estadounidense durante la convención nacional del Partido Demócrata en Boston, en el 2004.

Fue allí donde pronunció el discurso programático en el que instó a cerrar las heridas raciales abiertas en el país.

"No hay un EEUU blanco y un EEUU negro, sino los Estados Unidos de América",  dijo entonces.

Además de conciliatorio y unificador, el suyo fue también un mensaje de esperanza, ingredientes que impregnan desde entonces su inconfundible retórica.

Su esperanza, según él mismo proclama, "es la de los esclavos entonando cánticos de libertad frente a la lumbre, la de los inmigrantes que emprenden rumbo a costas lejanas" y, cómo no, la de Barack, "un niño delgaducho" de padre negro y madre blanca que confió en que en EEUU también hubiera un lugar para él.

Entre dos aguas

El senador de 46 años es hijo de Barack Obama Sr., un economista keniano educado en Harvard, y de Ann Dunham, una mujer de Wichita (Kansas, estad incrustado en el corazón de EEUU), ambos fallecidos.

Nacido en Honolulú (Hawaii) y criado entre EEUU e Indonesia, conoce tanto los sofisticados pasillos del poder y el privilegio, como los barrios más desheredados de EEUU.

Ese ir y venir lo ha equipado, en su opinión, con las herramientas necesarias para tender puentes y forjar alianzas.

Su media hermana, Maya Soetoro-Ng, lo explicaba de otra manera a principios de este año en declaraciones a medios estadounidenses: "Se mueve entre varios mundos. Es lo que ha hecho toda su vida".

Adolescencia en Hawai

Su adolescencia en Hawaii estuvo marcada no sólo por una destacada trayectoria escolar, sino también por años de rebeldía y escarceos con las drogas.

A esos años, le siguió una selecta formación en las universidades de Columbia y Harvard, la etapa como profesor y defensor de los derechos civiles en Chicago, su elección como senador estatal, y su desembarco como senador en Washington en el 2004.

Ayudado por su carisma, Obama se ha ganado una popularidad similar a la de una estrella del rock.

Sus dos libros autobiográficos "The Audacity of Hope" (La audacia de la esperanza) y "Dreams from my father" (Sueños de mi padre) se han convertido en superventas.

El poder de la palabra

Los observadores mencionan con frecuencia que el secreto de su éxito obedece a un arma rudimentaria: el poder de la palabra.

Obama asegura no haberse percatado de su poder dialéctico hasta que participó en una marcha contra la segregación racial en la universidad, y descubrió que había captado la atención de los asistentes tras empezar a hablar.

"Los congregados se quedaron callados y me miraban", recuerda en "Dreams From My Father".

Su carrera política arrancó, curiosamente, con discursos que no conectaban bien con el público y en los que abundaban los detalles sobre sus programas.

No sería hasta el 2004, durante su campaña al Senado, cuando introdujo los elementos de "esperanza, cambio y futuro" que tiñen la entusiasta retórica que tan buenos resultados le ha dado hasta la fecha.

Obama está casado con Michelle Robinson Obama. La pareja tiene dos hijas: Malia Ann y Natasha (Sasha). 

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