Que se ejecuten todas las sentencias que se dictan en Madrid sobre violencia de género depende única y exclusivamente de él. Y no da abasto. El juez del Penal 2 de Madrid, Eduardo López-Palop, ha denunciado en El País la situación de colapso que vive su juzgado.
En estos momentos, acumula 7.000 expedientes pendientes de ejecución. Asegura que está "sentado sobre un polvorín y fumando" y que casos como el de Mari Luz, la niña asesinada en Huelva presuntamente por un hombre que tenía que haber estado en la cárcel, "podría ocurrir aquí o en cualquier sitio".
López-Palop explica que la secretaria del juzgado y él necesitarían dos años de trabajo completos para revisar todos los expedientes ahora acumulados. Para entonces, añade, se habrían acumulado otros tantos.
El juez confiesa que no puede conciliar el sueño: "Cuando llego a casa por la noche y las noticias hablan de algún hombre que ha matado a su esposa, se me encoge el estómago. Ya no puedo dormir esa noche pensando si será de los míos y si habrá algún problema".
López-Palop afirma que en los últimos dos años ha remitido al Consejo General del Poder Judicial "cuatro escritos" para denunciar la situación.
En estos momentos, los juzgados de Madrid tienen a 200 maltratadores en busca y captura.