"Nos faltaba un cura". De esta forma ha recibido el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, al futuro dirigente de Paraguay, el ex obispo Fernando Lugo, tras su victoria en los comicios del pasado domingo.
Con el triunfo de candidatos de izquierdas, los gobiernos latinoamericanos de esa tendencia "seremos menos diablos y menos demonios", ha dicho Chávez con sarcasmo en la cumbre extraordinaria de gobernantes de la Alternativa Bolivariana para los Pueblos de América (ALBA), que se ha celebrado en Caracas.
Como recientemente manifestó el presidente de Ecuador, Rafael Correa, asimismo de izquierdas, ha añadido Chávez, el triunfo de Lugo constituye "una piedra más para sepultar la vieja era neoliberal".
"Saludos presidente Lugo; bienvenido pues al presidente electo de Paraguay", ha aseverado el gobernante venezolano tras felicitarse de que quedara "definitivamente en el pasado" el hecho de que él y el líder cubano Fidel Castro fueran "los únicos diablos" en las cumbres gubernamentales de principios de este siglo.
"Fue un extraordinario triunfo el de Lugo, y nos llena de mucho optimismo; es un paso más (....); se avanza en una nueva época", ha reiterado Chávez, que el lunes dijo que ambos hablaron por teléfono el mismo domingo "después de saberse su triunfo en las elecciones". Ambos coincidieron en seguir construyendo la Unión del Sur (Unasur) "sobre la base de la reivindicación de la historia de la lucha de nuestros pueblos", y expresaron su deseo de reunirse "lo más pronto posible para conversar sobre los planes de cooperación y complementariedad".
Entre otros saludos a Lugo, ha destacado el que también ha repetido en varias ocasiones el presidente de Bolivia, Evo Morales, quien le ha dado la bienvenida también de forma sarcástica al "Eje del mal", como tilda EEUU a algunos países.
Solidaridad con Bolivia en la cumbre del ALBA
A la cumbre extraordinaria del ALBA de Caracas, para firmar acuerdos de solidaridad con Bolivia y otros de cooperación regional para la producción y oferta de alimentos, asistieron además de Chávez y Morales, los presidentes de izquierdas Daniel Ortega (Nicaragua) y el vicepresidente cubano Carlos Lage.
En la cumbre, Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Cuba han firmado un acuerdo para poner en práctica programas de soberanía y seguridad alimentaria. Así. se desarrollarán "programas integrales de desarrollo agroindustrial en cereales, principalmente arroz y maíz; leguminosas, fríjol; oleaginosas; carnes; leche y agua para el riego de sembrados".
Además, se comprometen para la ejecución de esos programas a "crear un fondo con un capital inicial de 100 millones de dólares (62 millones de euros)", que el presidente venezolano ha pedido se destinen prioritariamente a Bolivia.
En opinión de Chávez, la crisis de alimentos que afecta a varios países del mundo "demuestra el fracaso histórico del capitalismo".
"Desestabilización" del Cono Sur
Además, advierten de que no reconocerán ninguna figura "que vulnere la integridad territorial de Bolivia", en alusión al referendo de autonomía convocado para el 4 de mayo en la región boliviana de Santa Cruz, y expresan su rechazo a planes secesionistas. Instan también a la comunidad internacional a solidarizarse con el Gobierno boliviano "en su esfuerzo para garantizar la paz y la integridad territorial" del país.
Por su parte, Morales ha agradecido el apoyo del ALBA, mientras Chávez ha advertido de que en caso de una desestabilización de Bolivia el gas que produce el país podría detenerse "y entraría en crisis Brasil (...), y lo mismo podría pasar con Argentina". En palabras del jefe de Estado venezolano, una desestabilización de Bolivia podría desencadenar otra de todo "el Cono Sur".