El presidente de EE.UU, George Bush, ha mostrado su apoyo firme al ingreso de Ucrania y Georgia en la OTAN, tras la reunión que ha mantenido con el presidente del primer país, Víctor Yúschenko.
Bush visita la capital ucraniana, Kiev, donde también se reunirá con la primera ministra, Yulia Timoshenko, antes de viajar a Bucarest para participar en la cumbre de la Alianza Atlántica, que se inicia el 2 de abril.
El mandatario estadounidense ha asegurado que Rusia , que se opone frontalmente a esta ampliación de la OTAN, no tendrá derecho a veto en la cumbre, que decidirá si las antiguas repúblicas soviéticas, Ucrania y Georgia, se convierten en candidatos a entrar en la OTAN.
En una rueda de prensa conjunta de Bush y Yúschenko, el presidente de EE.UU ha dicho que su posición es "completamente sólida". "Ucrania y Georgia deben recibir un plan de acción", ha dicho el presidente estadounidense, quien ha explicado que ése es el mensaje sobre el que insistirá durante la cumbre de Bucarest.
Ha recordado que Ucrania es el único país no miembro de la organización atlántica que contribuye en cada misión de la Alianza, en Kosovo y en Afganistán. Cree además que el "sí" de la Alianza serviría para dar un firme espaldarazo a las reformas democráticas acometidas en Ucrania desde la llamada "revolución naranja" que dio el triunfo electoral a Yúschenko en 2004 y le ayudaría a combatir problemas como la corrupción.
"Hemos recibido el pleno apoyo de EEUU para la adhesión al 'Plan de Acción' en Bucarest. Estoy seguro de que recibiremos una señal positiva en la cumbre", ha manifestado, por su parte, Yúschenko.
El presidente ruso, Vladímir Putin, que asistirá como invitado a la cumbre de Bucarest, ha aludido incluso a la posibilidad de que Moscú apunte a Ucrania con sus cohetes en caso de que ésta acoja bases de la OTAN o elementos del escudo antimisiles norteamericano
El viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, ha puesto de manifiesto que la eventual adhesión de Ucrania a la OTAN provocará una "profunda crisis" en las relaciones ruso-ucranianas.
El diplomático ha hecho esta advertencia en unas audiencias parlamentarias sobre el estado de las relaciones ruso-ucranianas, celebradas la víspera de la inauguración de la cumbre de la OTAN en Bucarest,.
"Esta crisis (con Ucrania) influirá negativamente en la seguridad común europea", ha afirmado el viceministro de Exteriores.
Otros países se oponen a la entrada de Ucrania en la OTAN
A la luz del rechazo ruso, países miembros de la Alianza, como Alemania, han hablado contra el plan de acción, alegando las fuertes divisiones internas y, en el caso de Georgia, la existencia de conflictos secesionistas.
En opinión de Yúschenko, escuchar a Rusia en este caso equivaldría a permitir un "veto" por parte de un país que "ni siquiera es miembro de la Alianza".
Francia también se opone al ingreso de Ucrania ( y de Georgia) en la OTAN porque, a juicio del primer ministro, Francois Fillon, "no es una buena respuesta al equilibrio de las relaciones de poder en Europa y entre Europa y Rusia"
La visita de Bush a Ucrania provoca actos de protesta
La visita de Bush, que ha provocado la convocatoria de actos de protesta de los partidos opositores por su presencia en Ucrania, se plantea como un fuerte espaldarazo a las autoridades de Ucrania y sus planes de ingreso en la OTAN, a la que estos partidos se oponen.
En una fría mañana, Bush y la primera dama estadounidense, Laura, han sido recibidos por Yúschenko y su esposa, Katerina, al pie del edificio del Secretariado Presidencial.
Los mandatarios han pasado revista a la guardia de honor presidencia. Bush ha aprovechado la ocasión para pronunciar unas palabras en ucraniano: "Yo os saludo, tropas". "¡Nosotros le devolvemos el saludo!", le han replicado los soldados al unísono.
Más de 5.000 efectivos de las fuerzas de seguridad ucranianas y agentes del Servicio Secreto estadounidense se encuentran hoy desplegados en Kiev, en el mayor dispositivo visto en la capital ucraniana en las últimas décadas.
Bush y Putin hablarán sobre el escudo antimisiles
Bush y el presidente saliente ruso, Vladímir Putin, tienen previsto tratar sobre el escudo de misiles el próximo 27 de abril en Sochi (Rusia), en la última etapa de la gira del mandatario estadounidense por Europa del este y que, a todas luces, será la última reunión de ambos como jefes de Estado.
Moscú considera el escudo antimisiles como "una amenaza", mientras que EEUU insiste en que el sistema no está dirigido contra Rusia y asegura que en esa reunión intentará buscar un sistema para dar garantías a Rusia.
El escudo "no es un artilugio anti-ruso", ha afiramado Bush, quien ha admitido que calmar los temores de Moscú requerirá "mucho trabajo, pero estamos logrando progresos en ese frente".