El tenista español Rafa Nadal ha superado su segundo escollo en su Madrid Open más especial con una victoria ante el australiano Álex de Miñaur en dos sets (7-6(6) y 6-3), lo que le regala una nueva ronda en la Caja Mágica, en su última participación en el Masters 1000 de la capital de España, tal como anunció el tenista antes de comenzar el torneo.
Sin el ritmo que da la competición, al tenista español le tocó bailar con el décimo favorito del torneo, verdugo del balear en Barcelona hace una semana, y tuvo en Álex de Miñaur una piedra de toque a la altura del reto de recuperar la mejor versión posible de sí mismo, que ya es decir.
Cerró el puño Rafa Nadal para celebrar el punto que le daba el primer juego del encuentro mientras el público de la Caja Mágica jalonaba al mallorquín, quien mostraba su gen competitivo en la reclamación al juez de silla en el tercer juego, que cayó del lado del australiano cuando el balear sacaba para sumar el 3-0.
No faltaron los rituales de siempre en un Rafa Nadal ante el muro que planteó el de Sídney desde el fondo de la pista ante la propuesta de intercambios largos en las que insistió el balear en el primer tramo del choque.
Rafa Nadal sonríe de nuevo en la pista
La pista Manolo Santana de la Caja Mágica cantaba el ¡Sí se puede! cuando el balear devolvía la rotura en el octavo juego para colocar la igualada en el marcador (4-4).
Una derecha en la línea del español en su séptimo punto ganador del partido, le abrió las puertas de un primer set, en el que como tantas veces, se convirtió en una montaña rusa de sensaciones que desembocó en un tie break que cayó del lado del español tras 15 minutos de batalla.
La Caja Mágica era ya una caja de resonancia atronadora cuando Nadal rompió el saque rival en el primer envite del segundo set, y consolidar después la ventaja servicio a servicio con la paciencia y el oficio que da el haber ganado 22 Grand Slam.
Levantó un 0-30 en el sexto juego para impulsarse en el marcador (4-2) ante un de Álex de Miñaur que aumentaba sus errores no forzados ante la aceleración del juego del de Manacor, que exhibió su mejor versión después de casi año y medio de bailar con las lesiones para ganar el segundo set por 6-3, y citarse con el argentino Pedro Cachín en tercera ronda.