Madrid podrá disfrutar más de Rafa Nadal en competición después de que el mallorquín haya pasado por encima del jovencísimo Darwin Blanch por 6-1, 6-0.
Un partido que no tuvo discusión, sólo un amo y señor: Rafa Nadal.
Lo que bien empieza...
Servía el español para comenzar el partido. Y el inicio no pudo ser mejor. Juego en blanco. Un inicio en el que se notaba un evidente nerviosismo de un chico de tan solo 16 años, que jugaba contra todo un ganador de 22 Grand Slam, y los errores no forzados no tardaron en aparecer en Blanch . Sin embargo, todo un meritazo el del estadounidense, que disputaba, con este, su segundo encuentro en el circuito profesional ATP.
Le tocaba restar a Nadal y sacar a Blanch. Y ahí llegó el primer casi ‘tambaleo’ en los planes de inicio para el español. Se sabía que el estadounidense sacaba muy duro, y en su primer servicio, se lo dejó claro al mallorquín. Soltó el brazo como un auténtico misil. Sin embargo, Rafa se repuso de la ’sorpresa’ y ganó también el segundo juego.
El rival y el escenario impresionaba por seguro al joven tenista, que terminó por encajar un tercer juego.
Pero se animó y le devolvió la misma jugada del juego en blanco inicial con otro para estrenarse en el marcador. 1-3
El partido se caracterizaba por los puntos directos y por el poco peloteo, y a partir de ahí un vendaval mallorquín levantó la arena de Madrid para dejar sin visión a Darwin Blanch, que cedía y cedía, aunque dejaba algún que otro detalle de mucha calidad sobre la pista.
6-1 se cerró el primer set.
Nadal, a la carga a por el segundo 'round'
'Break' para Rafa a las primeras de cambio y juego al saque después. En el tercer juego hubo más batalla, y en esa lucha, se produjo uno de los mejor puntos del partido. Obra de Blanch, con un derechazo cruzado inalcanzable para Rafa. Pero acto seguido, llegó la contestación del de Manacor con un 'winner' de quilates.
Y la historia se repitió. Nadal impuso su superioridad tenística frente a un joven talento en construcción.
El español cerró el partido con un buen saque que Blanch restó, pero largo al fondo de la pista.
Habrá más Nadal en Madrid. El rey de la tierra de la Caja Mágica sigue su camino.