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Mutua Madrid Open | Alcaraz - Djokovic

Cabeza, corazón y Alcaraz

ALBERTO RIVAS (ENVIADO ESPECIAL AL MUTUA MADRID OPEN)
5 min.

Si su idea es buscarle alguna lógica a lo que ha sucedido en la pista Manolo Santana, no lo hagan. No encontrarán respuesta. Carlos Alcaraz Garfia ha vuelto a repetir la insensatez de imponerse a Nadal en tierra, pero esta vez superando al mejor tenista del mundo y para muchos el mejor de la historia.

Decimos insensatez porque con 19 años lo normal es estar disputando torneos challengers o algún ITF que vaya forjando tu juego y haciéndote como jugador. Sin embargo, algunos están hechos de otra pasta. Esa pasta que te hace utilizar la raqueta como si fuera un violín Stradivarius.

El murciano siempre ha tirado de épica en Madrid. El año pasado se lesionaba ante Nadal, ayer lo volvía a hacer ante el mismo rival en su tobillo y hoy erraba una pelota de partido con 5-4 al resto. No obstante, Alcaraz no entiende de edades, números o favoritismos.

El pupilo de Ferrero no sólo es un adelantado a su tiempo, sino que es un adelantado a los mejores de este deporte. Nadal y Djokovic. Hay tenistas que se pasan 20 años de carrera sin lograr ni una sola victoria ante ellos y Alcaraz lo ha conseguido en apenas 48 horas.

Algunos celebramos nuestro cumpleaños con nuestros amigos en un bar, otros lo hacen en una fiesta inmensa y otros lo festejan conquistando a dos jugadores que copan el olimpo del tenis con el permiso de Federer. Cuestión de gustos.

León y gladiador en la primera manga

El primer set comenzó como si fuera una batalla entre león y gladiador. Djokovic al servicio empezaba a asomar la patita de lo que iba a ser una de las mejores actuaciones al saque que se recuerdan. Sin embargo, el gladiador de El Palmar respondía a base de ‘winners’ y golpeos que solo ostentan los elegidos.

Con break arriba, el español seguía dando una masterclass al tenis a pesar del nivel del serbio, que volvía a mostrar la versión que todos conocíamos. Incontestable al saque, extraordinario con la derecha y consistente desde el fondo de pista.

Fue ahí cuando Djokovic recuperaba su servicio con varios restos para la historia. Carlitos se lamentaba y el de Belgrado apretaba el puño mirando a su box. Además, ese gesto iba a tener importancia al final del tie break.

Con 6-6 en el luminoso de la abarrotada Manolo Santana, el número 1 del mundo empezó a realizar aspavientos un tanto provocadores que levantaron ampollas entre el público de la central. Los aficionados le abuchearon al final del set, pero el serbio no iba a cambiar ni un ápice su actitud y quizá esa forma de entender este deporte es una de las cosas que le han hecho estar donde está.

Carlos, ¿quién dijo miedo?

A pesar de ello, Charly no estaba para polémicas. El joven tenista español sabía que se le había escapado una oportunidad de oro y no tenía ninguna intención de regalar nada en el segundo parcial. Más bien todo lo contrario. El murciano comenzó a regalar golpes ganadores a un rival que se las prometía felices.

La sonrisa picarona de Djokovic empezó a aflorar en su rostro y eso suele ocurrir cuando está contra las cuerdas. Una pista entregada y un tenista que va a ser leyenda, llevaron al partido al desempate final con un 15-40 al resto cuando parecía que volvíamos a repetir lentejas con un nuevo tie-break.

Épica sobre el polvo de ladrillo

Las más de 12.000 localidades que disfrutaron de una cita inovidable estaban a punto de presenciar un set para la historia. Alcaraz y Djokovic apretaron las cuerdas de sus playeros y se pusieron manos a la obra al servicio.

El murciano apenas sufría con su saque y el ganador de 20 Grand Slams tenía que combatir con dos factores: Un Alcaraz desenfrenado y la presión de la Manolo Santana que no dejaba de gritar 'si se puede, si se puede'.

Aunque pareciera que eso podía descentrarle, el serbio tiene la piel llena de callos con tantas situaciones similares y partidos de este calibre. Djokovic lo bordó a base de servicios perfectos y por eso salvó bola de partido con 5-4 al saque. Los aficionados de la Manolo Santana coreaban el nombre de su hijo predilecto, pero el visitante no iba a tirar la toalla con facilidad.

Con el tie break encima, Alcaraz iniciaba el mismo con minibreak para levantar a su gente de las butacas. 'Nole' tampoco se arrugaba y con 5-3 en contra realizaba un resto marca de la casa para equilibrar de nuevo el partido. No fue suficiente. Alcaraz le copiaba con un resto ganador y ponía el marcador con dos pelotas de partido para el español.

Fue ahí cuando la Manolo Santana enmudeció con la esperanza de que cerrase el partido en el siguiente punto y así ocurrió. El chaval de 19 años apretaba a Novak al revés para finiquitarlo con una derecha pararela invertida. El discípulo de nuestro tenis se llevaba las manos a la cabeza y corría hacia la red para saludar a otro de los dioses del tenis tras haberle hecho hincar la rodilla.

No sabemos las cosas materiales que tiene Alcaraz desde que esta en la élite ni sabemos todo lo que conseguirá en un futuro, pero lo que si que tenemos claro es que Carlos Alcaraz tiene "cabeza, corazón y cojones":

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