Joaquín Sánchez disputará este sábado a sus 40 años la que posiblemente será su última final de la Copa del Rey. Lo hará 17 años después de alzar el trofeo al cielo del Vicente Calderón en el último título que guardan las vitrinas del Benito Villamarín. Tres años después, el extremo logró repetir hazaña, esta vez en las filas del Valencia. Casualidades de la vida, sus dos equipos del alma se enfrentan este sábado en el que puede ser el adiós de una leyenda del fútbol español.
"Me haría mucha ilusión ganar la Copa del Rey", dijo Joaquín a RTVE hace dos años. Siempre tuvo amor por una competición que ha ganado en dos ocasiones y que representa el título más importante de su palmarés. Casi dos décadas después de levantar la primera y antes de colgar las botas, esta final prácticamente supone su última oportunidad para tocar metal.
El Joaquín de su primera Copa era una verdadera estrella de nuestro balompié. Hoy, aún lo es, pero su protagonismo no es tan grande en el terreno de juego. El del Puerto de Santa María llega a esta final como el santo y seña del Betis, el eterno capitán. Dicha consideración se ha podido apreciar en la presentación de la camiseta de la final, con Joaquín como principal protagonista. En el verde ya no es la estrella del cuadro bético, pero su participación esta campaña no ha sido para nada despreciable. El extremo ha disputado 1113 minutos repartidos en 31 partidos, ha marcado dos goles y ha dado cuatro asistencias. Además, fue un elemento clave en las semifinales ante el Rayo Vallecano, con un pase decisivo en el gol de Borja Iglesias.
El Joaquín de ‘la finta y el sprint’, la estrella del Betis de 2005
Joaquín fue parte importante de la última Copa que ganaron los verdiblancos. El extremo disputó los 120 minutos de aquella dramática final que los verdiblancos ganaron ante Osasuna por dos goles a uno y que Dani decidió en el último instante de la prórroga. Fue el último título del Betis hasta la fecha.
Aquel Joaquín tenía 23 años y era uno de los futbolistas de moda del fútbol español. La ‘finta y el sprint’ ignoraba cantos de sirena de transatlánticos europeos como Chelsea y Real Madrid para quedarse en el equipo de su vida. En la retina de los aficionados al fútbol está esa mítica foto del gaditano en su boda, celebrada un mes después, con el trofeo de la Copa del Rey en el altar y con el presidente Lopera desatado.
Un idilio copero que continúo en el Valencia
El extremo del Puerto de Santa María cambió Sevilla por Valencia en el verano de 2006. Dos años después, el gaditano levantaba su segunda Copa del Rey. Fue, casualidades de la vida, también en el Vicente Calderón. Los valencianos vencían al Getafe por 3-1 en la segunda Copa de Joaquín, en una final en la que el extremo no disputaría ni un solo minuto. No obstante, el gaditano había sido parte importante de aquella conquista aportando cuatro goles en ocho partidos.
Desde entonces, Joaquín no logró pisar otra final de Copa. Se quedó muy cerca en 2019, cuando su querido Valencia apeó al Betis del torneo copero en semifinales. En aquella eliminatoria, Joaquín volvió a dejar uno de sus destellos con un gol olímpico.
Una final de la Copa del Rey, en Sevilla y con su Betis se presenta como una oportunidad inmejorable de despedirse en lo más alto. Un adiós por todo lo alto para una leyenda del fútbol español.