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La Superliga, el penúltimo órdago de los grandes clubes con las cartas boca arriba gracias a Bartomeu

  • El anuncio del expresidente culé tras su dimisión amenaza con romper la paz entre la UEFA y los clubes

  • Las partes habían pactado el actual formato de la Champions hasta el año 2021

ÓSCAR LÓPEZ CANENCIA
4 min.

El ya expresidente del FC Barcelona, FC BarcelonaJosep Maria Bartomeu, abandonó su cargo este martes dejando un 'dardo' en forma de anuncio: "La Junta Directiva ha aprobado la aceptación de los requerimientos para participar en una futura Superliga Europea de Clubes de fútbol, un proyecto impulsado por los grandes clubes de Europa".

Antes de marcharse, Bartomeu dejó el asunto en manos de los socios del Barcelona: "El detalle de estos requerimientos estará a disposición de la próxima Junta Directiva, y la decisión sobre la participación en esta competición deberá ser ratificada por la próxima Asamblea de Socios Compromisarios".

La Superliga es un proyecto que ya tiene dos décadas de recorrido y fue impulsada por el Barça y el Madrid, más otros grandes clubes de Europa en lo que inicialmente se denominó el G-14. En sus inicios lo que pretendían era reclamar compensaciones por la cesión de jugadores internacionales a las selecciones

Se creó como un 'lobby' y desde el comienzo tuvo sus discrepancias con los estamentos oficiales, FIFA y UEFA, y fue disuelto para refundarse bajo el paraguas de la segunda en la Asociación Europea de Clubes (ECA, en sus siglas en inglés), fundada en enero de 2008 con Karl-Heinz Rummenigge (Bayern) como primer presidente.

Ya en 2006 el G-14 promovió la Superliga. La idea era seguir los pasos del diario L'Equipe en los 50, cuando el rotativo fundó la vieja Copa de Europa, que acabó bajo el cobijo de la UEFA y actualmente es la Champions League.

La intención de la ECA como organismo colaborador con la UEFA ha sido que esta última amparase la Superliga, aunque en todo momento se han encontrado con la oposición de los clubes más modestos.

El espejo de la Euroliga

Además de la Copa de Europa originaria, otro de los espejos de estos grandes clubes europeos es la Euroliga de baloncesto, una competición totalmente privada al margen de la FIBA, donde clubes como los españoles Baskonia, el propio Barça y el Madrid juegan con invitación permanente.

Esa fórmula y las presiones de la ECA permitieron ciertas concesiones, como el hecho de que en las cuatro grandes ligas de fútbol europeas -España, Inglaterra, Alemania e Italia- los cuatro primeros clasificados jugaran la Champions sin pasar por la ronda previa veraniega.

Por supuesto, hay razones económicas detrás de estas presiones de los grandes clubes. El propio Bartomeu dejó entrever este lunes que la Superliga cambiaría "las perspectivas de ingresos del club".

El exmandatario culé se encontró con la oposición del presidente de LaLiga, Javier Tebas, quien calificó de "desafortunado" a Bartomeu y a la competición de "fantasma". "Ratifica su ignorancia en la industria del fútbol. Triste final de un presidente que tuvo aciertos y últimamente errores", sentenció.

También la propia UEFA, a través de un portavoz a la agencia Efe, se ha opuesto a la Superliga argumentando que el presidente, Aleksander Ceferin, "ha dejado claro en muchas ocasiones que la UEFA se opone firmemente a la Superliga" y que "los principios de solidaridad, promoción descenso y ligas abiertas no son negociables".

"Los grandes clubes, cada vez más fuertes"

Sin embargo, otras voces a lo largo de estos años no se han mostrado tan contrarias como la de Tebas. El citado Rummenigge lo vaticinó en 2016: "No deberíamos excluir que en el futuro pueda crearse un campeonato europeo con los grandes clubes de Italia, Alemania, España, Inglaterra y Francia; ya sea a través de la UEFA o en una organización privada que acogería a una veintena de equipos. Los mejores clubes son cada vez más fuertes respecto a los otros en los grandes campeonatos y otro campeonato ya está naciendo más allá de la Liga de Campeones".

No deberíamos excluir que en el futuro pueda crearse un campeonato europeo con los grandes clubs de Italia, Alemania, España, Inglaterra y Francia (Rummenigge)

Ese mismo año, el homólogo de Tebas en la Asociación de Ligas Europeas Profesionales, Jacco Stwart, se expresó así para el Daily Mirror: "En pocos años veremos una competición mundial de fútbol. Es algo que ya nadie puede detener. Será una fiesta exclusiva para unos pocos afortunados, para las marcas más importantes de fútbol en el mundo".

Sin embargo, el propio Rummenigge pareció expresar cierta tregua en 2017, cuando se ratificó el acuerdo entre la ECA y la UEFA para el actual formato hasta 2021: "La reforma nos conviene, estamos contentos de permanecer bajo el paraguas de la UEFA. En consecuencia, no habrá conversaciones sobre la Superliga. Es una decisión justa y seria, que muestra la solidaridad de los clubes europeos. La reforma hará la Liga de Campeones más atractiva y fuerte que nunca".

Por tanto, el anuncio de Bartomeu ha supuesto una conmoción, no solo en el seno de la Liga española, sino en la UEFA y entre sus socios de la ECA. El expresidente azulgrana se ha marchado pasando a otros la 'patata caliente' del fútbol europeo.

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