La etapa 11 del Tour de Francia 2020 ofrecerá una nueva oportunidad para los 'sprinters' con un terreno prácticamente llano entre Châtelaillon-Plage y Poitiers que se aleja rumbo al este, en la travesía hacia los Alpes
Los 167,5 kilómetros transcurren sobre carreteras buenas y protegidas del viento, lo que hace poco probable un final que no sea agrupado. Por si fuera poco, el tramo final recorre una carretera nacional ancha, lo que facilita más el trabajo de los equipos que quieran echar abajo una eventual escapada.
Será, pues, una nueva oportunidad para los velocistas, que ya no gozarán de muchas más antes de la tradicional llegada a los Campos Elíseos de París.