La pandemia del coronavirus ha traído una imagen de 'nueva normalidad' al deporte en su reanudación con la visión de gradas vacías en los estadios. Pero en algunos ámbitos se resisten y ya se van sumando países que poco a poco empiezan a permitir la entrada de espectadores a los eventos deportivos.
Rusia y Bulgaria fueron las primeras ligas de fútbol en anunciar la vuelta del público a los estadios. En España ha sido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, el que ha declarado que la vuelta de los aficionados debe ser "homogénea", saliendo al paso de las reclamaciones de clubes como Las Palmas, cuya comunidad (Canarias) está en Fase 3. Siempre con restricciones de aforo.
Ahora la liga de rugby de Nueva Zelanda, la Investec Super Rugby Aotearoa, ha anunciado la reanudación sin restricciones. Será en el Forsyth Barr Stadium de Dundedin el sábado y el domingo en el enfrentamiento entre los Blues y los Hurricanes en Eden Park.
Esta autorización se produce después de que el Gobierno del país haya confirmado que Nueva Zelanda pasa al nivel de alerta 1 esta medianoche, con lo que se levantan las restricciones para las reuniones masivas, incluso en los estadios. El país 'kiwi' es uno de los menos afectados a nivel mundial con tan solo 22 muertos contabilizados.
En su vecina Australia se están disputando los partidos con las gradas llenas de aficionados, pero de cartón.
Las 500 Millas de Indianápolis, ¿en octubre?
Contrasta con los más de 100.000 en Estados Unidos, donde sin embargo la organización de la 500 Millas de Indianápolis se plantea su aplazamiento si no se permite el acceso de público al conocido circuito del 'Óvalo'.
"Teníamos un plan para seguir adelante con los aficionados el fin de semana de Brickyard, pero simplemente no tenía sentido", comentó el presidente de Penske Entertainment Corporation, Mark Miles, responsable de la organización de la carrera IndyCar.
Agregó que "no queríamos hacer nada para perjudicar a la Indy 500 y habríamos tenido que ser la excepción, pero decidimos que no podíamos competir sin aficionados en las gradas".
El sábado, la apertura de la temporada de IndyCar se realizó sin personas en las tribunas, lo que el presidente de la pista del Texas Motor Speedway (capacidad para 100.000 espectadores), Eddie Gossage, califico de "deprimente".
Las 500 Millas de Indianápolis es la carrera que le falta por ganar al español Fernando Alonso para completar la denominada 'Triple Corona', con el GP de Mónaco de F1 y las 24 Horas de Le Mans, que ya posee.