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Jornada 25 | Real Sociedad 3 - 0 Valencia

La Real hurga en la herida del Valencia para alcanzar la Champions

JUANJO CAMPILLOS
4 min.

FICHA TÉCNICA

3.- Real Sociedad: Remiro; Zaldua, Aritz Elustondo, Le Normand, Monreal; Zubeldia, Merino, Odegaard; Januzaj (Willian José, min. 71), Alex Isak (Sangalli, min. 83), Oyarzabal (Aihen, min. 88).

0.- Valencia CF: Domenech; Wass, Diakhavy, Mangala (Guillamón, min. 46), Costa; Carlos Soler (Kang In, min. 64) Parejo, Kondogbia, Cheryshev, Ferrán (Sobrino, min. 79) y Gameiro.

Árbitro: González González (Castilla-León). Tarjeta amarilla a Merino (min, 38) Costa (min. 87)

Goles: 1-0, min.11: Merino. 2-0, min. 45: Monreal. 3-0, min. 47: Januzaj.

La Real Sociedad prolongó su buen estado de forma al vencer al Valencia en un duelo directo por los puestos europeos. Con esta victoria, los donostiarras escalan hasta la cuarta plaza al situarse, con 40 puntos, empatados con Atlético de Madrid y Sevilla, que faltan por disputar sus respectivos compromisos ligueros. Los chés, por su parte, siguen sin levantar cabeza y suman su cuarta derrota en los últimos cinco encuentros, aunque se mantienen en la pelea por la Europa League.

[Narración y estadísticas del Real Sociedad - Valencia

Era un día de fiesta en San Sebastián. Al homenaje de Markel Bergara, al que asistieron cerca de 600 vecinos de Becerril de la Sierra invitados tras su hospitalidad en la Copa, poco tardó en sumarse la misma Real. Después de un aviso de Gameiro en el primer minuto de partido, jugada que terminó anulando el colegiado por fuera de juego, llegó el turno de los vascos. Presión alta que agobió a la zaga valencianista y permitió encontrar a Zaldua en banda. Con tiempo para pensar, el lateral sacó la escuadra y el cartabón para encontrar a Mikel Merino libre de marca, debido a un error grosero del dúo Diakhaby-Mangala, rondando el punto de penalti. En posición de nueve, el centrocampista no perdonó. Testarazo inapelable al lado contrario de la meta de Jaume, que hizo la estatua, y el balón, a la jaula.

Unos compases más tarde, la Real volvió a apretar con dos zapatazos nórdicos desde fuera del área. Odegaard fue el primero en intentarlo, pero enroscó demasiado su disparo y se marchó lamiendo el poste a media altura. Luego, el turno fue para Isak. El sueco, aprovechando su fortaleza física, soltó el látigo a ras de césped. Esta vez, sí se vio forzado a intervenir el meta valenciano. Jaume tensó el brazo y repelió, con gestos de dolor ante la violencia del envío, el segundo de los realistas.

Tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe

Siguieron apretando los blanquiazules. Zaldua, en otra fructuosa cabalgada, buscó un pase al hueco en el área y cayó al suelo trastabillado por Costa. El donostiarra reclamó con vehemencia la pena máxima, pero el árbitro desestimó su demanda con la ayuda del Var, que consideró insuficiente la acción del defensa valenciano.

Y cuando más calentaba el sol, encontró el Valencia su jugada de mayor peligro. En un saque de esquina elevado por Dani Parejo, la pelota le llegó a Ferrán. El canterano remató de primeras el cuero, que venía botando, aunque en lugar de palos encontró a Elustondo, que metió el cuerpo para prevenir males mayores y mandar el duelo al descanso.

Pero el fútbol es un deporte caprichoso y no atiende a razones. En el tiempo de descuento, cuando más duele, desempolvó la Real la pizarra para prolongar su ventaja en el luminoso. La puso Odegaard en el ángulo del área chica, al encuentro de Elustondo. El central vasco prolongó el envío al segundo palo y por allí apareció Moreal para empujarla sobre la línea de gol. Llegaba el segundo y, con él, el trencilla indicaba los vestuarios.

El centrocampista Mikel Merino (d) de la Real Sociedad marca un gol ante el guardameta del Valencia. sag

En la reanudación, Celades se vio obligado a dar entrada en el campo al joven Guillamón por Mangala, que terminó con molestias el primer acto. Tercer central que se le lesiona el preparador catalán en un par de semanas y es que, si monta un circo, le crecen los enanos. En la pista central todavía faltaba un protagonista: Januzaj. Si el Valencia soñó con la remontada, el belga se encargó de esfumarla. Perfilado a su pierna izquierda sacó un chut poderoso, desde 25 metros, que quitó las telarañas de la escuadra de Jaume. Si a un jugador de su talento se le otorga espacio y tiempo, es capaz de regalar uno de los goles de la jornada.

Contra corriente, los valencianistas se desperezaron. Hallaron en los contrataques su mejor virtud. Zaldua, volcado en labores ofensivas, ofreció huecos a su espalda que pintaron el ‘casi’ en la grada. Cheryshev alzó la voz, recibió balones al espacio e incluso asistió a Gameiro para marcar. El francés, al contrario que en su primer intento del choque, sí la embocó, pero el asistente invalidó la combinación por fuera de juego. Estaba claro que no era el día del Valencia.

Al volver a chocar contra el muro de la impotencia, bajaron los brazos. La Real, aunque gozó de alguna ocasión más, sobre todo en las botas de William José y al son de Odegaard, bajó las revoluciones, mientras su afición hacía la ola. Son buenos tiempos para los donostiarras, que luchan por la Champions y tienen a un paso la final de Copa. No tanto para el Valencia. La alegría va por barrios.

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