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España y Portugal esbozan la candidatura conjunta al Mundial 2030, pero ¿cómo desaparece Marruecos de la ecuación?

  • La federación española trabaja solo con su vecino ibérico en un proyecto que Pedro Sánchez presentó en Rabat

  • Los primeros movimientos de las federaciones y gobiernos adolecen de descoordinación

MARIO VALLEJO
7 min.

El pasado 19 de noviembre, Pedro Sánchez propuso a Marruecos compartir una candidatura para la organización del Mundial de fútbol de 2030 junto a España y Portugal. La noticia causó en principio sorpresa en este último país y sin embargo ahora las dos federaciones ibéricas trabajan en ese plan sin el vecino norteafricano. ¿Qué ha pasado entre tanto?

La primera vez que la idea salió a la luz fue el 12 de septiembre, después de la reunión que mantuvo el presidente del Gobierno español con los máximos dirigentes de la federaciones internacional y española de fútbol, Gianni Infantino y Luis Rubiales, respectivamente.

Este último aprovechó la visita del mandamás de la FIFA para plantear a Sánchez su idea, aún por definir, y pedirle su apoyo. No está claro de quién salió la idea de sumar socios al plan, que difundieron desde la RFEF. Públicamente, ni Rubiales ni Sánchez citaron expresamente ni a Portugal ni a Marruecos (curiosamente encuadrados con España en la fase de grupos en Rusia 2018); tampoco Infantino.

Nunca hasta ahora se ha presentado una candidatura entre países de distintos continentes, hecho que generó cierta controversia ante la ausencia de normas claras al respecto por parte de la organizadora de la Copa del Mundo.

Pedro Sánchez, recibido por Mohamed VI (d)

El caso es que el jefe del Ejecutivo de visita en Marruecos dos meses más tarde invitó a sus autoridades a sumarse al plan. De vuelta a España dijo que el propio rey Mohamed VI se había mostrado “muy receptivo” y que los tres países iban a empezar a trabajar en un proyecto que podría ser un aldabonazo frente a las dinámicas de “desconfianza dominantes” en el mundo.

Ese día, en el que curiosamente un gran periódico portugués publicaba un reportaje sobre los infrautilizados estadios construidos en ese país para la Eurocopa de 2004, la sorpresa llegó desde Lisboa: el Gobierno luso dijo desconocer “oficialmente” la propuesta. Pero dos días después Sánchez vio a su homólogo portugués y Antonio Costa dijo que le parecía una “buenísima idea”.

Entre tanto, en la Ciudad del Fútbol del Las Rozas tampoco se mostraron cómodos con el desarrollo de los acontecimientos.

La UEFA, en contra

Fuentes de la RFEF dijeron a algunos medios que no tenían conocimiento previo del anuncio que hizo Sánchez en Rabat, aunque después Rubiales lo negó. Eso sí, siguió sin citar los nombres de Marruecos ni Portugal, sus supuestos socios.

Apenas dos semanas más tarde, la UEFA reunió a su Consejo Ejecutivo y el presidente se despachó contra los planes de Moncloa.

Alguien debería decir de una vez a los políticos que no depende de ellos

“Alguien debería decir de una vez a los políticos que no depende de ellos si serán anfitriones de las Eurocopas o de la Copa del Mundo o no”, declaró Aleksander Ceferin, que recordó que esa era una competencia de las instancias deportivas. “Deben hablar con sus federaciones nacionales”, añadió el esloveno, que también se pronunció contra una candidatura mixta de dos confederaciones como sería esta euroafricana.

La siguiente reunión del órgano de gobierno de la UEFA se celebró a comienzos de febrero en el marco del Congreso en el que Rubiales fue elegido miembro.

Unos días después, tras meses sin novedades, la candidatura tripartita salió de nuevo a relucir con motivo del viaje de los Reyes de España a Marruecos, acompañados de una nutrida delegación del Gobierno, que incluía al ministro José Guirao, del que dependen los asuntos deportivos. Fuentes oficiales dijeron que el dossier del Mundial 2030 estaba en la agenda y que el plan iba “adelante”, pero no se supo nada más.

Gobierno en funciones

Ceferin, Rubiales e Infantino

Pasaron semanas, se convocaron elecciones generales y, entre tanto, la confederación europea de fútbol promocionó a Rubiales a vicepresidente en un nuevo encuentro del Consejo en el que Ceferin volvió a cargar contra la propuesta hispano-lusa-marroquí.

Este pasado sábado, con el Gobierno español en funciones, llegó otro rechazo menos explícito, pero más claro. “Las Federaciones Española y Portuguesa inician el análisis de una candidatura conjunta para el Mundial de 2030”, rezaba el comunicado que difundieron conjuntamente ambos organismos.

La nota era lacónica. En un segundo párrafo solo añadían que “los los gobiernos de ambos países están convenientemente informados sobre el proceso, ya que serán una parte fundamental para su desarrollo”. Ni rastro de un tercer país.

Fuentes de la RFEF consultadas por RTVE.es han apuntado que “no se está hablando con Marruecos". "Se está hablando con Portugal". Sin más.

Por su parte, la secretaría de Estado para el Deporte se ha limitado a responder, a preguntas de este medio, que son las federaciones "las que tienen que trabajar y ponerse de acuerdo". "No es a los gobiernos, sino a las federaciones a quien toca construir este proyecto. España ha demostrado que es muy capaz a la hora de organizar grandes eventos deportivos", añaden.

En la Real Federación de Fútbol de Marruecos el hermetismo es aún mayor, ya que aún no se ha conocido ningún posicionamiento público al respecto del Mundial 2030.

No obstante, en medios de la región se especula, desde el año pasado, con otra candidatura diferente de Marruecos, que sería por cierto la sexta en tres décadas (y la segunda consecutiva tras perder en la votación final del Mundial 2026 ante los tres países de América del Norte). Según estas fuentes, la apuesta sería también tripartita pero con sus vecinos magrebíes Argelia y Túnez.

¿Se imponen los límites geográficos? No parece que sea la política de Rubiales, que ha deslocalizado la Supercopa de España desde la pasada edición. Precisamente en Marruecos. En torno a esa final que disputaron el Barça y el Sevilla en julio pasado en Tánger surgió seguramente ese proyecto de unir el Estrecho en torno al balón, a la dorada Copa del Mundo. Un sueño de una noche de verano.

Calendario desconocido

La FIFA aún no ha decidido, ni aproximadamente, cuándo se elegirá la sede del Mundial 2030. No en vano, la entidad afectada por numerosos escándalos de corrupción en los últimos años, todavía está perfilando el formato de los campeonatos de 2022, en Catar, y de 2026, que acogerán Canadá, Estados Unidos y México. Infantino acaba mandato en 2023 y recientemente ha dicho que la decisión sobre la siguiente sede se debería tomar en 2022 o 2024.

Mientras, van surgiendo otras candidaturas para este Mundial del Centenario, por la primera edición en que organizó y ganó Uruguay hace cien años. Por la regla de rotación continental, teóricamente corresponde a Oceanía, Europa o, un siglo después, de nuevo a Sudamérica. Allí se han postulado conjuntamente Argentina, Paraguay y Chile. Y del otro lado del ‘charco’ hay más aspirantes, para disgusto de la UEFA, que quiere un sola candidatura para que tenga más oportunidades. Además de la ibérica, se han interesado otros dos grupos de países: Grecia, Bulgaria, Rumanía y Serbia, por un lado; y Reino Unido e Irlanda, por otro. Aunque también suena la opción de China, rumor al que propio Infantino ha dado alas: "Cuantas más candidaturas, mejor". Las normas territoriales no parecen tan férreas en este supuesto.

Fe de erratas: En la primera versión de esta noticia se decía que las normas de la FIFA impiden la presentación de candidaturas conjuntas entre federaciones de distintos continentes. En realidad, la organización abre un proceso diferente para cada Mundial. En las últimas ediciones invita a a las federaciones asociadas las confederaciones que no han sido seleccionadas para organizar los dos campeonatos precedentes.

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