El Celta remonta un partido vital para salvación frente al Villarreal, el submarino venía en buena dinámica y se puso 0-2 en el marcador gracias a Ekambi y un golazo de Pedraza. Cuando parecía todo perdido, Aspas clavó una falta, Maxi Gómez remató un buen centro desde la izquierda y el capitán terminó de darla la vuelta al partido desde los once metros.
Hay jugadores que están hechos para un equipo, para una ciudad y viceversa, equipos que están hechos para un jugador. Eso pasa entre el Celta y Iago Aspas, nacido y criado en Moaña, a las afueras de Vigo y cuya morriña no le ha permitido rendir en ningún otro sitio.
El partido fue claramente una parte para cada, en la primera muy superior el Villarreal y en la segunda el Celta. Pero los gallegos tuvieron más pegada en su tiempo. Aspas deja una de las imágenes de la temporada llorando en el banquillo de la tensión y la felicidad, pocos jugadores sienten así el escudo.
El Celta se queda a un punto de la salvación que la marca precisamente su rival de este partido, que estuvo a punto de distanciarse más en la tabla. Aspas en la entrevista post-partido ha definido el partido como "un punto de inflexión" para cambiar la mala dinámica del equipo que no se merecían "ni el equipo ni la afición" a la que ha agradecido su apoyo que ha sido "fundamental", según ha comentado el capitán celeste.
Ficha técnica:
3 - Celta: Rubén; Hugo Mallo, Costas, Hoedt, Olaza (Kevin, min. 87); Lobotka, Okay, Brais, Boufal (Sisto, min. 73); Aspas (Cabral, min. 89), Maxi Gómez
2 - Villarreal: Asenjo; Quintillá (Raba, min. 87), Mario, Álvaro, Víctor Ruiz, Pedraza; Iborra, Morlanes (Bacca, min, 81), Cazorla, Chukwueze (Fornals, min.70); Ekambi
Goles: 0-1 Ekambi min. 10; 0-2 Pedraza min. 15; 1-2 Aspas min. 50; 2-2 Maxi Gómez min.70; 3-2 Aspas min. 85
Árbitro: Gil Manzano (comité extremeño). Amonestó con tarjeta amarilla a Hugo Mallo por parte del Celta; a Pedraza, Mario y Víctor Ruiz por parte del Villarreal
Incidencias: partido correspondiente a la vigésimo novena jornada de la Liga Santander disputado en el estadio municipal de Balaídos ante 22.316 espectadores.