La jugadora española Carolina Marín ha hecho historia al proclamarse campeona de Europa de Bádminton por cuarta vez consecutiva. Un hito, nunca antes conseguido, que logró tras imponerse en la final a la rusa Evgeniya Kosetskaya por 21-15 y 21-7, en 35 minutos.
Carolina sigue así demostrando por qué es la mejor jugadora de europa en este deporte al unir este campeonato a los ya conseguidos en Kazán (Rusia) en 2014, en La Roche-sur-Yon (Francia) en 2016 y en Kolding (Dinamarca) en 2017 (en 2015 no se celebró campeonato). Con ese cuarto título supera además a la danesa Camilla Martin que logró tres Europeos en 1996,1998 y 2000.
Además, este reconocimiento viene a mpliar un palmarés en el que también figuran la medalla de oro lograda en Río 2016, así como los dos Mundiales consquistados en 2014 y 2015.
Campeona en su tierra
En un pabellón que lleva su nombre y arropada por el público de Huelva, Carolina no notó la presión y comenzó arrollando a su rival desde el inicio. La onubense salió lanzada a por ese título y, subiendo a la red y rematando duro al cuerpo de la rusa, fue capaz de ponerse rápidamente 4-1.
Kosetskaya intentó contrarrestar ese arranque y pareció hacerlo al situar el marcador en un momentáneo 4-3 tras dos fallos de Marín en su saque, pero fue un espejismo. Carolina volvió a centrarse y dejó a Kosetskaya, descolocada. La rusa superada por el juego de la española enpezó a encajar tantos sin saber por donde le venía el volante. (10-5)
Carolina Marín, tras su cuarto título europeo: "Soñaba con este día"
El juego de Carolina Marín fue arrollador en todo momento, pero especial mención merece el punto que le sirvió para colocarse 16-10. En una jugada en la que lo tenía todo perdido ante el mate de la rusa, Carolina fue capaz de recoger el volante casi a ras de pista y devolverlo para mandarlo a la esquina derecha. Inalcanzable para Kosetskaya.
Así, tirando de orgullo, la española fue ampliando su renta hasta cerrar el primer set por 21-15 en 18 minutos.
La segunda manga fue más de lo mismo. El ciclón Carolina Marín volvió a barrer a su rival que no sabía qué hacer para detener el vendaval. Marín minimizó sus fallos y no erró en sus golepes ganadores. Así, al descanso de este segundo set la onubense llegó con una cómoda ventaja de 11-4, pero Carolina quería más. Llegó a tener una ventaja de 10 (14-4) con otro espectacular punto que practicamente aseguraba el oro.
Así, Carolina siguió dominando cada juego ante la rusa que ya casi había bajado los brazos y terminó venciendo el segundo set por un contundente 21-7.
El pabellón Carolina Marín se vino abajo coreando el nombre de su paisana, una Carolina que, emocionada, dio las gracias a ese público que la llevó en volandas hacia su cuarto Europeo.