El español Rafa Nadal afronta el Masters 1000 de Montecarlo, que ha ganado en ocho ocasiones, con un debut cómodo después de despachar al francés Lucas Pouille por 6-2 y 6-1.
A pesar de que la temporada no ha comenzado con buen pie para el de Manacor, llega a su superficie favorita de tierra batida para recuperar la confianza y el nivel competitivo que tiene como objetivo.
Pouille, número 108 del mundo, demostró osadía pero solo aguantó sus dos primeros servicios antes de que Nadal cogiera confianza y se sintiera cómodo con su juego habitual.
Yendo de menos a más, Nadal tardó solo cuatro juegos en lograr la rotura que le ayudó a encarrilar el segundo set. El actual número cinco del mundo se veía cada vez más cómodo incluso disputando intercambios de voleas en la red.
A partir de ahí, un paseo hasta la victoria en poco más de una hora de partido y a pensar en el siguiente rival, el estadounidense John Isner.