Ficha técnica:
37 - España: Pérez de Vargas; Rocas (3), Maqueda (1), Raúl Entrerríos (1), Antonio García (4), Ugalde (6) y Andreu (4) -equipo inicial- Sierra (ps), Víctor Tomás (4), Aginagalde (1), Chema Rodríguez (1), Cañellas (-), Morros (-), Rivera (7, 3p), Gedeón Guardiola (1) y Dujshebaev (4)
16 - Chile: Oliva; Caniu (1), Rodrigo Salinas (-), Oneto (2), Esteban Salinas (-), Frelijj (3) y Jofre (2) -equipo inicial- Barrientos (ps), Ceballos (1), Díaz (1), Reyes (1), Callejas (1), Moll (1), Araya (3, 2p), Del Río (-) y Salazar (-)
Marcador cada cinco minutos: 0-1, 3-1, 6-3, 8-5, 10-6 y 14-7 (Descanso) 19-8, 23-9, 27-12, 32-12, 33-15 y 37-16 (Final)
Árbitros: Lee y Kooo (KOR). Excluyeron por dos minutos a Cañellas, Andreu y Rocas por España; y a Díaz por Chile.
Incidencias: Encuentro correspondiente a la tercera jornada del Grupo A de la primera fase del Mundial de Catar 2015 disputado en el Duhail Sports Hall de Doha ante unos 200 espectadores.
Nada como una plácida goleada para reencontrarse con uno mismo. Es lo que ha hecho la selección española de balonmano en su tercera cita del Mundial de Catar, ante una cándida Chile, que ha visto como la campeona del mundo le pasaba por encima (37-16) y encontraba sensaciones ausentes frente a Bielorrusia y Brasil.
Después de dos partidos más ajustados de lo esperado, España volvió a ser la que acostumbra ante el rival más flojo de su grupo y certificó su pase a octavos de final. Chile ha pagado los platos rotos y los 'hispanos' se han insuflado una buena dosis de confianza en un partido con momentos para todos. Un resultado que España necesitaba para volver a creer su condición de rival a batir.
Los de Manolo Cadenas, desatados en la segunda mitad, iniciaron el choque con una preocupante desconexión, con un talante similar al de los dos primeros partidos del torneo. Dos penaltis fallados consecutivos, pérdidas de balón y escasa tensión competitiva. La 'empanada', sin embargo, apenas la aprovechó una Chile inofensiva.
Encabezonada en sus ataques por el centro de la defensa española, la selección sudamericana se complicó la vida. Y España, que tardó cinco minutos en conseguir su primer tanto, obra de Entrerríos, no tuvo piedad con su rival cuando decidió meterse en el partido.
Recital de Pérez de Vargas
Los robos de balón de Ugalde, el juego exterior de Rocas y, sobre todo, las paradas de Gonzalo Pérez de Vargas, repuntaron a la selección española, que despertaba al fin cuando el partido se abocaba al descanso, al que España se fue con Andreu excluido y ya siete goles arriba en el marcador (14-7).
La renta, ya suficiente para vivir una segunda parte parsimoniosa, se amplió gol a gol hasta los 21 finales en un segundo acto primoroso de España. Liberada de presión, la selección enseñó su catálogo a una Chile que no podía más que ver pasar los minutos y jugar a encontrar un punto débil a Pérez de Vargas.
Con un 53% de efectividad, el portero español fue un muro para los sudamericanos, que vieron como España subía la velocidad y destrozaba su defensa con pases largos, contraataques (metió 16 goles al contargolpe) y definiciones de sus extremos, con Valero Rivera en plan estelar.
Los tantos caían en cascada, España disfrutaba y Chile, con una selección muy joven, cerraba el partido con 21 goles de desventaja, para gozo de los hombres de Manolo Cadenas que, además de cerrar su pase a la siguiente fase, se gustaron como hacía tiempo necesitaban.