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Atletismo | Dopaje

Sergio Sánchez recurrirá su sanción al TAS y confía en la justicia ordinaria

  • El atletia cumple dos años de suspensión por consumo de EPO

  • Dice que en su pasaporte biológico siempre ha figurado 44 de hematocrito

  • Defiende su inocencia, pero admite haber estado "al borde de la legalidad"

EFE
3 min.

El excampeón del mundo de 3.000 metros Sergio Sanchez, sancionado con dos años de suspensión por dopaje con EPO (eritropoyetina) por la Real Federación Española de Atletismo, ha confirmado a Efe en conversación telefónica desde Suiza, donde reside, que recurrirá esta sanción ante el Tribunal Superior de Arbitraje (TAS) y ante la justicia ordinaria.

Puedo asegurar categóricamente que no me he dopado

En todo caso, el atleta leonés, que ha insistido en que aún no ha recibido la notificación oficial de la sanción, ha precisado que su intención es la de "evitar al máximo los recursos para que no se dilate, de manera interminable, la situación", aunque se ha mostrado "seguro y convencido de recibir la compensación merecida" en la instancia judicial ordinaria.

Sánchez, que abandonó España tras desvelarse el presunto caso de dopaje en el Nacional de Alcobendas, donde conquistó el título en los 5.000 metros, ha vuelto a reiterar su inocencia.

"Puedo asegurar categóricamente que no me he dopado, que tengo la conciencia supertranquila y, además, la sustancia que se me atribuye -eritropoyetina alfa- es muy difícil de conseguir, porque está ya desfasada y si hubiera querido competir de manera irregular lo hubiera tenido fácil con otras sustancias que están al alcance de la mano", ha ratificado.

En este sentido, ha precisado que en su pasaporte biológico se constata que siempre ha competido con 44 de hematocrito, cuando la muestra que dio positivo en dopaje el pasado mes de septiembre tan solo reflejaba 39.

"Al límite de la legalidad"

De todas formas, no ha tenido reparos en reconocer que ha consumido "vitaminas" y de haber estado "al límite de la legalidad, como la gran mayoría de los atletas, porque nadie corre con pan y agua", ha asegurado.

En su versión, el atleta de Ciñera de Gordón, ha vuelto a insistir en haber sido "víctima de un acto de cobardía", al alegar que no se le notificó el día en el que se realizaría el análisis de la muestra B, "lo cual es una más de las irregularidades que se demostrarán en los tribunales".

Sobre la marcha de España tras hacer público el dopaje, Sánchez ha precisado que "tenía que dar de comer al hijo que acababa de nacer", por lo cual, primero se trasladó a Alemania, donde trabajó en labores de mantenimiento en un aeropuerto y, en la actualidad, lo hace en una empresa de fabricación de relojes en Neuchatel (Suiza).

"Está claro que del atletismo nadie puede vivir en la actualidad en España y, pese a los resultados de los últimos años, tan solo podía ir sobreviviendo, como se demuestra que tras ganar el campeonato de España de cross en Granollers tuviera que dormir debajo de un puente por no tener ni para pagar un hotel", ha relatado.

En cuanto a su futuro, no parece que vaya a estar ligado al atletismo una vez que cumpla su sanción, al haberlo abandonado radicalmente -aumentando su peso en ocho kilos-, a pesar de que reconozca que "es algo que me han robado" porque correr, afirma, "era mi vida".

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