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Ciclismo | Dopaje

El caso Armstrong puede reescribir la historia del ciclismo

  • La UCI tiene que decidir si confirma el informe de la USADA contra Armstrong

  • Sanciones reducidas para los excompañeros que han admitido el dopaje

  • El caso puede tener profundas consecuencias deportivas y económicas

  • El historial del Tour de Francia entre 1999 y 2005, puesto en cuestión

RAMÓN PIZARRO
5 min.

La Unión Ciclista Internacional (UCI) tiene tres semanas para decidir sobre el informe que le ha enviado la Agencia Estadounidense Antidopaje (USADA) en el que razona sus acusaciones de dopaje sobre Lance Armstrong. Del dictamen del máximo organismo rector del ciclismo depende que la historia de este deporte entre 1999 y 2005 sea muy diferente de la que hoy consta en los libros.

Hacia la revisión del Tour

El caso Festina, descubierto en 1998, marcó un antes y un después en la lucha contra el dopaje; tanto que incluso provocó la creación de la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), en noviembre de 1999.

Para esa fecha, Lance Armstrong ya había ganado su primer Tour de Francia y su figura resurgía triunfante de un cáncer del cual el ciclista texano salía reforzado. Un poderío físico prolongado durante las siguientes seis rondas galas, en las que Lance dominó el ciclismo mundial.

El informe de la USADA pone en cuestión toda la carrera profesional de Armstrong y de muchos de los que lo rodearon. Un informe que, dando como ciertas todas sus afirmaciones, sitúa al ciclismo ante el espejo de sus miserias.

Ahora la UCI tiene en su poder ampliar mundialmente la sanción de por vida que ya pesa sobre Armstrong en el territorio estadounidense. Pero más allá de la tragedia deportiva que ello supone y de sus implicaciones económicas, que también las tiene, la sanción al texano y sus excompañeros conllevará una profunda revisión de historiales.

El primero, el del Tour de Francia, cuyos responsables ya han anunciado que no se pronunciarán sobre las acusaciones contra el séptuple ganador de la ronda gala hasta que lo haga la UCI, "única instancia que puede decidir".

Lo cierto es que, repasando los podios de los años en cuestión, son muchos los corredores que ya cayeron en las redes de la lucha antidopaje, tuvieron muy serios problemas o se vieron implicados en operaciones como las Festina, Puerto o Friburgo. Alex Zulle, Jan Ullrich, Joseba Beloki, Raimondas Rumsas, Alexander Vinokourov, Andreas Klöden, Ivan Basso, Francisco Mancebo... eso si solo nos fijamos entre los que acabaron entre los tres primeros.

Entonces, ¿a quién considerar vencedor del Tour si Armstrong es sancionado? La Federación francesa de ciclismo (FFC) propone que las ediciones de la ronda gala entre 1999 y 2005 se mantengan vacantes y no se nombre a ningún ganador para evitar "polémicas sobre la credibilidad de eventuales vencedores". También habría que ver qué hacer con las 20 etapas que ganó el estadounidense en ese periodo.

Implicaciones económicas

La FFC va más allá y dice que el estadounidense debe "reembolsar los premios obtenidos" durante esos siete Tours, que evalúa en casi tres millones de euros. Pero las implicaciones económicas podrían ser mucho más cuantiosas.

Al hilo del informe de la USADA también se ha conocido que, a comienzos del año 2000, Lance Armstrong apostó a favor de sí mismo la cifra de 400.000 dólares ( unos 309.000 euros al cambio actual) ante una agencia de apuestas estadounidense. Los beneficios para el ciclista se multiplicarían por cada triunfo que obtuviera en el Tour de Francia.

Medios de comunicación de aquel país cifran entre cinco y siete millones y medio de dólares la cantidad que Armstrong habría ganado a la agencia (entre 3,8 y 5,8 millones de euros), gracias a sus 'éxitos' deportivos en la ronda gala.

Pero hay más. Armstrong no solo ganó en el Tour. Perdería, además y entre otras, la Vuelta a Suiza de 2001 y el Dauphiné de 2002 y 2003. De momento también mantendrá su medalla de bronce en la prueba contrarreloj de los Juegos Olímpicos de Sidney 2000.

El Comité Olímpico Internacional (COI), al igual que la dirección del Tour, también se mantiene a la espera de lo que diga la UCI. "El COI ha tomado nota del informe de la USADA", han informado fuentes del COI.

"Sería prematuro en este momento decir si el COI tomará alguna medida. "Si encontramos alguna prueba que justifique la apertura de un procedimiento disciplinario, por supuesto, se actuará en consecuencia", precisan.

El COI, como la AMA, tiene un plazo de prescripción de ocho años para cambiar resultados y despojar a los atletas de sus medallas. Sin embargo, el informe de la USADA proporciona testimonios de los vínculos de Armstrong con el dopaje antes de los Juegos de Sidney, lo que podría ofrecer fundamentos jurídicos para que ambos organismos actuasen de forma diferente.

Reducidas sanciones para los testigos

Los principales testimonios incriminatorios contra Armstrong parten de 11 de sus excompañeros, confesos de haberse dopado y que también sufren sanciones, reducidas de dos años a seis meses por su colaboración, y que suponen la alteración de los historiales en las pruebas ciclistas.

En el caso de George Hincapie, fiel lugarteniente del texano en sus siete triunfos del Tour, perderá victorias como la Kuurne- Bruselas- Kuurne de 2005, una etapa del Tour de ese año y el Campeonato nacional de Estados Unidos de 2006.

Levi Leipheimer, a quien se le retiran los resultados de 1999 a 2006 y en julio de 2007, por lo que se quedará sin el tercer puesto en la Vuelta a España de 2001, la tercera plaza del Tour de 2007, la Vuelta a Alemania de 2005 y el Dauphiné de 2006.

El nombre de Tom Danielson habrá que borrarlo como ganador de la Vuelta a Austria en 2006, así como la etapa de Granada en la Vuelta 2006, en la que acabó sexto.

Y también David Zabriskie pierde su subcampeonato mundial contrarreloj de 2005, la etapa de Caravaca de la Cruz de la Vuelta 2004 y las etapas ganadas en Giro y Tour en 2005.

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