El Wigan del español Roberto Martínez dio un nuevo paso hacia la salvación, tras protagonizar una de las sorpresas de la temporada al imponerse por 1-2 a un Arsenal, en el que el español Mikel Arteta tuvo que retirarse por lesión a los nueve minutos de juego.
El Emirates Stadium asistió con asombro al inicio del partido frente a un equipo que lucha por evitar el descenso a la segunda división del fútbol inglés. En apenas ocho minutos, el Wigan ya mandaba por 0-2 gracias a los goles de Di Santo y del español Jordi Gómez.
Dos tantos que los de Roberto Martínez, que llegaban al Emirates, tras protagonizar otra de las sorpresas del curso al imponerse el pasado miércoles (1-0) al Manchester United, supieron rentabilizar, pese al posterior gol del central belga del Arsenal Thomas Vermaelen (2-1), para sumar tres puntos básicos para la salvación.