La madre de todos los duelos, multiplicada por cuatro, arranca este sábado en el Santiago Bernabéu con el choque menos trascendente de todos pero el que marcará el camino a seguir en los 18 días en los que el fútbol se viste de blanco y azulgrana. [Real Madrid - Barcelona, en vivo, este sábado a las 22:00 h. en RTVE.es]
El Barcelona aterriza en la capital como lider indiscutible de la Liga, con ocho puntos de ventaja sobre un Real Madrid que buscará la revancha de la 'manita' de la ida y un resultado positivo que le inslufle la confianza necesaria para la final de Copa y las semifinales de la Champions frente a su máximo rival.
A pesar de que la ventaja azulgrana disminuye el enorme interés que despierta por sí solo el clásico, ambas escuadras han evitado calificar el partido de trámite y no guardarán a sus mejores cromos a pesar de la mayor importancia de las citas posteriores. Más que los tres puntos, lo que se jugará en el Bernabéu será el primer golpe de moral para el carrusel de clásicos.
De esta manera, el mudo Mourinho, que ha ensayado con el mismo equipo títular similar que jugó el pasado miércoles en White Hart Lane, no planea reservar sus cartas para los próximos partidos, y saldrá con la intención de conseguir una victoria que rompa la hegemonía del Barcelona en los últimos clásicos.
Un triunfo acercaría al Madrid a unos todavía lejanos cinco puntos de diferencia con los de Guardiola. La principal duda a resolver por Mourinho es si salir a pelear con las mismas armas de su rival o estrenar el trivote en el centro del campo. Esta opción ha ganado enteros en las últimas horas y todo apunta a que el técnico portugués dará entrada a Pepe para refozar el centro del campo y sacrificará la magia de Özil.
El Barça, con todo (Puyol incluido)
Por su parte, el Barcelona llega al Bernabéu con la intención de sentenciar definitivamente la Liga. Un triunfo le alejaría once puntos por encima del Madrid y le permitiría vivir un aún más relajado final de competición. Además, después de sus últimas victorias en el feudo blanco (2-6 y 0-2), los azulgrana asestarían un duro golpe moral a su rival si mantienen su buena racha.
Guardiola no quiere relajación: "Nos jugamos la Liga"; y envía la presión a su rival: "El favorito es el Madrid". Dos frases son suficientes para evaluar la importancia que le da el técnico al partido, para el que recuperará a su capitán Carles Puyol, después de casi tres meses en el dique seco.
El defensa, convocado por "la precariedad defensiva" admitida por Pep, regresa en el momento más importante de la temporada y refozará la retaguardia en la que sí faltará Abidal y que no podrá apuntalar Mascherano, sancionado. El regreso del capitán, además, significará un refuerzo anímico extra en el grupo azulgrana.
Junto a Puyol viajará todo el grueso de la plantilla azulgrana. Guardiola no se deja nada en Barcelona y saldrá con todo en el Bernabéu, un escenario que recibirá a reventar al máximo rival en el primer capítulo de la locura de clásicos en el que se verá envuelto el fútbol español en las próximas semanas.