El pívot español de Los Angeles Lakers, Pau Gasol, asegura que su rival en la final de la NBA, Boston Celtics, "ha ido de menos a más" y que está a "un nivel más alto que hace dos años" cuando se enfrentaron por el anillo con victoria de los de la Conferencia Este.
“El factor cancha nos da una ligera ventaja“
"Boston ha ido de menos a más. Desde el 'All Star' su récord es de los mejores de la liga, y siempre he dicho que este campeonato es una carrera de fondo. No me esperaba que llegaran a la final, superando a Cleveland y a Orlando, pero aquí están y sobre todo con un gran nivel de juego", comenta Gasol, en una entrevista en su web personal, donde deja claro que el factor cancha no les hace "favoritos", únicamente les da "una ligera ventaja".
Además, el de Sant Boi recuerda que los Celtics han superado esta situación ante Cleveland y Orlando, "dos grandes equipos". "Así que no nos podemos considerar favoritos por ello", insiste, sabedor de que es "suficiente motivación" jugar la final, "un enfrentamiento histórico y ante un equipo de una tremenda calidad".
Sobre las críticas que recibió hace dos años, el internacional no busca revancha. "Mi motivación no vendrá por lo que se dijera o dejara de decir hace dos años. El oportunismo de ciertas críticas no me ha hecho cambiar mi juego y es mi tercera final consecutiva, con números cada vez mejores. Daré lo mejor de mí para el equipo para que ganemos, ese sentimiento es el que me da la motivación necesaria", señala.
"No siento que tenga nada que demostrar. El año pasado tuve una buena final y mi emparejamiento con Howard fue de lo mejor de esas series. Intentaré jugar a tope para ayudar a mi equipo a conquistar un nuevo título, nada más y nada menos", prosigue al respecto.
Además, cree que ambos equipos son "distintos en ciertos aspectos", destacando la veteranía de su rival y las "incorporaciones de Wallace y Robinson que pueden aportar mucho". "A mi parecer están jugando a un nivel más alto que dos años atrás. Sigue siendo un equipo muy experimentado que van a luchar a muerte para no dejar escapar esta oportunidad, así que tenemos que estar preparados para ello y ser muy agresivos a la vez que inteligentes durante la final", avisa.
"Nosotros tenemos a Bynum, que no jugó en las finales del 2008, y a Artest. Y ellos no tienen a Posey, que hizo una gran defensa sobre Kobe", apunta, feliz por contar, a nivel personal, "con la experiencia notable" de jugar su tercera final consecutiva y de que su juego haya ido "mejorando" desde su llegada a Los Angeles.
"Bryant está en un momento alucinante"
Y es que el de Sant Boi se siente "muy fuerte mental y físicamente para estas finales". "Creo que el camino recorrido en estas tres
últimas temporadas me ayudará a ser un jugador más decisivo de lo que lo fui hace un par de años", añade Gasol, que avisa de que Bryant "está en un momento de juego alucinante, jugando como lo que es, el mejor jugador del mundo". "Si mantiene el nivel de juego que ha llevado estos últimos partidos nuestras opciones sin duda son más grandes", asevera.
De Ron Artest, resalta que es "muy importante" su actitud y que su aportación se ha convertido "en necesaria", al tiempo que confiesa que su relación con el díscolo alero "es muy buena, dentro y fuera de la pista". "Siempre estamos en continua comunicación para seguir mejorando y ayudar al juego del equipo", afirma.
Para Pau Gasol, en la final contará tanto el defender bien como el atacar. "Habrá que defender, pero no podemos ofuscarnos si no conseguimos parar a Rondo o a Pierce. Si anotamos más que ellos ganaremos", destaca.
“Me siento muy privilegiado de poder estar viviendo momentos como éste“
El de Sant Boi recalca que en sus años en Memphis "sólo deseaba poder llegar a tener la oportunidad de luchar por un anillo" y que su deseo ahora es el de "completar una temporada increíble con la conquista del segundo campeonato". "Me siento muy privilegiado de poder estar viviendo momentos como éste", añade.
Finalmente, el jugador español reitera que era "el momento oportuno" para no jugar con la selección. "Si sigo forzando la máquina de esta manera el cuerpo llegará un momento que romperá y entonces ya no podré dar marcha atrás. Es una decisión tomada con la cabeza y no con el corazón, ya que el compromiso y la devoción que tengo por jugar con nuestra selección son absolutos, así que ha sido una decisión muy difícil de tomar", sentencia.