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Janka consigue el oro en gigante y toma el mando de la nueva potencia helvética

  • Suize se lleva el oro en descenso y gigante

  • Austria, destronada del reinado de los mejores esquiadores del mundo

Ver también: Especial: Juegos Olímpicos de Vancouver 2010

EFE
6 min.

El suizo Carlo Janka, que se proclamó hoy campeón olímpico de gigante de los Juegos de Vancouver, tras ganar la prueba disputada en Whistler, reclamó de esa forma, a sus 23 años, la capitanía del equipo suizo, que está llamado a liderar durante las próximas temporadas.

Janka, que ya había sido el más rápido en la primera manga -con sólo dos centésimas de ventaja sobre el austriaco Romed Baumann, quinto al final-, no se dejó llevar por la presión y se hizo con la victoria por delante del sorprendente noruego Kjetil Jansrud, que, tras lograr el mejor tiempo en el acto decisivo, se colgó al pecho la medalla de plata, a 39 centésimas del crono triunfal del suizo.

En otra gran jornada para su país, que añadió a su medallero el bronce que ganó Aksel Lund Svindal, que, junto al oro en el supergigante y la plata del descenso, ya lleva tres trofeos de cada metal en los XXI Juegos de Invierno. Con esta medalla, Svindal iguala en el deporte rey al estadounidense Bode Miller, oro en combinada, plata en súper y bronce en descenso, que hoy se salió de recorrido en la primera manga.

El perdedor de el esquí alpino ha sido sin duda el suizo Didier Cuche, que optaba a tres medallas antes de los Juegos y saldrá de vacío de la Columbia Británica. Tras su decepción en el descenso y en el supergigante, sus dos opciones más claras, el veterano 'Didi' esquió bloqueado la primera manga, en la que su crono le relegó al vigésimo primer puesto. Ya liberado de la tensión, mostró su calidad en la segunda, con el cuarto mejor tiempo, que sólo le sirvió para mejorar siete plazas.

Relevo generacional en el equipo suizo

Dando pie a un figurado traspaso de brazalete, tras una capitanía compartida desde el principio de la temporada. Cuche, de 35, le cedió el testigo a Janka, doce años más joven que él, que asombró a las primeras de cambio la pasada temporada al concluir segundo en un descenso, el de Lake Louise, también en Canadá, en el que había tomado la salida con dorsal 65.

Dos semanas después, Janka ganó el gigante de Val D'Isere (Francia) y un mes más tarde, la supercombinada de Wengen, ante su público. Nacido en Obersaxen, en el cantón de Graubuenden, Carlo no se arrugó en los Mundiales de Val D'Isere, en los que ganó oro en gigante y bronce en descenso.

Esta temporada confirmó que no iba a ser flor de un día y entre el 4 y el 6 del pasado mes de diciembre firmó un fin de semana de ensueño con un 'hat-trick' en Beaver Creek (Colorado, EEUU), antes de ganar el descenso del Lauberhorn, en Wengen -junto al de Kitzbuehel, en el Tirol austriaco, el más prestigioso del circuito-.

Hoy Janka, gran aficionado al fútbol y declarado seguidor del Manchester United, se proclamó campeón olímpico con enorme autoridad, gestionando muy bien la presión y subiéndose a lo más alto del cajón tras refrendar su mejor crono en la primera manga con el tercer mejor tiempo en la segunda.

Fin del dominio austríaco

Janka cambió su papel de estrella en ciernes por la de nuevo comandante en plaza del cuartel helvético. Además, con su victoria de hoy, certificó que los tiempos del aplastante dominio austriaco han llegado a su fin, añadiendo más carga simbólica aún a la retirada, hace unos meses, de Hermann Maier, el que fuera el buque insignia del "Wunderteam" durante más de trece años.

"Herminator", cuádruple ganador de la Copa del Mundo y triple campeón mundial, logró el segundo de sus títulos olímpicos en esta disciplina, hace doce años, en Nagano (Japón). Desde entonces, el oro olímpico del gigante permaneció en manos austriacas hasta hoy. Stephan Eberharter ganó en Salt Lake City'02 (EEUU) y Benjamin Raich hace cuatro años, en Turín.

Janka acabó con esta racha y, de paso, agudizó la crisis del gran rival, que sólo ha festejado en Vancouver el oro de Andrea Fischbacher en el 'súper' y el bronce de Elisabeth Goergl en el descenso. Sus hombres siguen sin rascar bola en Whistler. Hoy, para más inri, coparon el 'triplete' de la nada, el que va del cuarto al sexto puesto, que ocuparon, por ese orden, Marcel Hirscher, Romed Baumann y Raich.

A Austria sólo le queda el eslalon, en el que teóricamente aspira a todo con su cuarteto de lujo, en el que aparte de Hirscher y Benni competirán Reinfried Herbst y Manfred Pranger. Pero en Vancouver se ha visto claramente superada, no sólo por Suiza -que hoy ganó su segundo oro alpino, tras el de descenso de Didier Defago-, sino también por Estados Unidos y por Noruega.

En la prueba participaron dos españoles. El catalán Ferrán Terra se salió en la primera manga, mientras que el vasco Paul de la Cuesta, con un tiempo global de dos minutos, 43 segundos y 22 centésimas se quedó a cinco segundos y cuatro décimas del nuevo gran astro suizo.

Svindal: "Los Juegos Olímpicos me han ido muy bien"

El noruego Aksel Lund Svindal, que a su oro en el supergigante y la plata en el descenso añadió un bronce en el gigante, admitió tras la prueba disputada en Whistler que "los Juegos Olímpicos" de Vancouver le "han ido muy bien".

"Me han salido las cosas muy bien en Vancouver, porque el objetivo era ganar una medalla, pero una cosa es lo que uno quiere y otra es ganarlas", comentó Svindal, que valoró la medalla de plata que logró hoy su compatriota Kjetil Jansrud, que sorprendió con una sensacional remontada desde el undécimo puesto, tras haber sido el mejor en la segunda manga.

"A mí no me sorprendió, porque ya vi siempre que era muy rápido en los entrenamientos. Esta medalla está muy bien, porque somos cinco en el equipo noruego de Copa del Mundo y estamos muy próximos unos a otros. Cuando gano yo se alegran ellos y hoy me alegro por Kjetil", explicó Svindal, que, preguntado de nuevo por Kjetil Andre Aamodt y Lasse Kjus afirmó que la comparación con ellos "es difícil, porque son dos leyendas del esquí".

Cuestionado por la crisis del equipo austriaco, que en hombres no ha ganado ninguna medalla, Svindal apuntó que "Austria tiene el mejor equipo de eslalon del mundo".

"Hay que esperar a esa prueba", comentó Svindal, que hoy se unió al estadounidense Bode Miller, que, al igual que él ha ganado una medalla de cada metal.

"Lo que sí me sorprendió es que Austria presentara sólo a dos esquiadores con opciones en la combinada. Me extrañó que no tuvieran cuatro en esa disciplina", señaló Svindal.

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