Cesc Fàbregas volvió a demostrar con una exhibición de fútbol en la última jornada de la Premier League que es el indiscutible líder del Arsenal. El capitán que se besa el escudo cada domingo es, sin embargo, uno de los posibles detonantes de una nueva guerra Barça-Madrid para el próximo verano.
Wenger tuvo que arriesgar para conseguir la victoria en el duelo por la tercera plaza de la clasificación que ha colocado al Arsenal a cuatro puntos del líder y con un partido menos.
En siete temporadas como 'Gunner', Fàbregas ha jugado 253 partidos y ha marcado en 41 ocasiones. Esta temporada está siendo su mejor campaña en cuanto a números: 12 goles en 22 partidos.
El deseado en Barcelona y Madrid
Producto de La Masía, con 16 años llegó al Arsenal en 2003 y desde entonces se le ha mirado desde España de reojo con la ilusión de repescarlo para la Liga española.
Por su forma de entender el juego, por la admiración que tiene por Guardiola y por sus orígenes, el Barça sería el único equipo por el que Cesc abandonaría a Wenger. Pero el puñetazo en la mesa que significaría para Florentino conseguir su fichaje hace que no se pueda descartar que Chamartín pudiera convertirse en su nueva casa.
Hace pocos días, el presidente del Arsenal, Peter Hill-Wood, afirmó estar "hasta las narices" de las maniobras del FC Barcelona para fichar al jugador y finalizó asegurando en el 'Daily Star' que Cesc "tiene un contrato de larga duración, no veo ninguna razón para que no siga".
Las claves para que su futuro pueda llegar a cambiar
Hay determinados factores que van a marcar el futuro de Cesc: El primero será si su Arsenal será capaz de levantar por fin algún título este año, un jugador de la talla mundial en el que Fabregas se ha convertido necesita verse recompensado con títulos.
El segundo será saber si Cesc prefiere ser un director de orquesta o pasar a formar parte de una orquesta que no tiene un director, esa es la diferencia entre jugar en el Arsenal y jugar en el Barça junto a Xavi, Iniesta y compañía.
La actuación que el centrocampista catalán tenga en el Mundial de Sudáfrica. Si Cesc mantiene la progresión que tiene hasta ahora en el combinado nacional, su participación puede ser decisiva y justificar cualquier suma de dinero para ficharle.
La cosecha de resultados del Madrid de Florentino Pérez. Si el proyecto de Pellegrini no funciona, el presidente volverá a la carga a por Wenger como ya hizo nada más ser elegido, el entrenador francés vendría con Cesc bajo el brazo casi seguro. De no venir el entrenador, el fichaje de Fàbregas se justificaría tan sólo con una gran suma de dinero que haga olvidar una desafortunada temporada.
Que la afición madridista vea por fin al Kakà del Milan, que Van der Vaart convenza a los técnicos y permanezca en Madrid, y que Ribery llegue o no a fichar por los blancos; son tres factores más específicos que también pueden llegar a influir en el futuro de Cesc Fàbregas.
Wenger lamentó la recaída de Cesc, al que considera decisivo
Cesc asumió la orden de su entrenador y pisó el césped, revolucionó un centro del campo que el Arsenal había perdido en toda la primera parte, y a los ocho minutos de estar en el campo provocó una falta que el mismo se encargó de clavar en la red. Después del primer gol, se puso el traje de faena y puso la pausa al partido por medio de pases cortos y largos, hasta que decidió arriesgar en un contraataque para sentenciar el encuentro marcando el segundo gol.
En tan sólo 28 minutos, Fabregas hizo de todo: regresó tras su lesión, le dio una victoria muy importante a su equipo, se llevó una ovación para recordar para siempre el 'Boxing Day' y se volvió a lesionar en su muslo.
"Ha vuelto a recaer en la lesión del tendón de la corva. Sabíamos antes del partido que no estaba aún en perfectas condiciones. Veremos si su ausencia es larga o corta. Pero no creo que la dolencia sea demasiado grave", explicó el preparador del Arsenal.
Wenger espera que las molestias de Cesc tengan que ver más con la cicatrización de la lesión que con una recaída. "Si se trata de otro tirón serán tres semanas de baja. Por lo que confío que sea la cicatriz".