Deportes

El mundo se rinde a los pies de España

  • El deporte español goza del momento más dulce de toda su historia

  • En los últimos años no hay domingo sin algún éxito del deporte español

  • Los logros españoles han levantado las envidias en el resto del mundo

  • Todo comenzó a partir de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92

  • Madrid 2016 sería el respaldo definitivo al deporte español y también la mejor recompensa

  • Especial Madrid 2016

FELIPE FERNÁNDEZ
4 min.

"Me siento orgulloso de ser presidente viendo como nos representan los que llevan nuestra bandera por el mundo", esas fueron las palabras que Rodríguez Zapatero dedicó a los responsables del último gran éxito del deporte español, la selección de baloncesto.

España nos había acostumbrado a tener un solo referente, un gran campeón que atraía el apoyo de todo un país: los Santana, Ángel Nieto, Ballesteros o Miguel Indurain. Todo eran campeones que surgían de forma espontánea y que marcaron una época. Pero nunca antes habían coincidido tantos campeones como ahora.

Los españoles ahora no dan a basto para celebrar títulos, cuando no es Nadal, es Contador el que conquista París; cuando Fernando Alonso falla, vienen los 'chicos de oro' del baloncesto y ganan lo que haga falta.

Los grandes iconos son GasolAlonso,  Nadal, y Contador; pero no hay que olvidarse de los Pedrosa, Lorenzo, Sastre, Gemma Mengual, Almudena Cid, Sergio García, Raga, Laia Sanz, Marta Domínguez, etc.

Además, España ha dado el salto de una vez en los deportes colectivos: éxitos colectivos en fútbol-sala, voleibol, waterpolo, balonmano, gimnasia rítmica, natación sincronizada, hockey, ciclismo, tenis, baloncesto... hasta la selección de fútbol se ha subido al carro, ganó sobrada la Eurocopa y es ahora mismo la mejor del mundo.

Los deportistas españoles han convertido al himno español, aunque no tenga letra, en la sintonía más escuchada del universo deportivo.

Es un éxito tal el del deporte español que provoca desde hace años una envidia palpable en dirigentes, aficionados, periodistas y deportistas de otras naciones. No se asimila con facilidad que un país que hace 25 años no pertenecía siquiera a la Unión Europea se haya subido a las barbas de las Alemania, Francia, Gran Bretaña o Italia; y sus deportistas dominen el panorama mundial actual.

No hay domingo sin éxito español, eso no deja indiferente a nadie y del extranjero han intentado desmerecer los méritos españoles. Pedro Delgado e Induráin ya fueron los pioneros en sufrir difamaciones sobre presuntos dopajes y desde entonces esa tónica no ha cesado.

En verano del año 2008, un diario belga afirmaba que las victorias deportivas españolas serían puestas en duda mientras que España "no tome en serio el problema del dopaje" y aclare el asunto del médico Eufemiano Fuentes.

Ese verano de Juegos Olímpicos, el mundo estaba teñido de rojo asombrado con el tenis de Nadal en Wimbledon y el fútbol que España había practicado en la Eurocopa. "Sorprendentemente -¿o no?- los éxitos españoles parecen coincidir con la carrera del Eufemiano Fuentes (que fue el médico de la delegación de atletismo en Barcelona 92)", escribía el rotativo 'De Morgen'.

Es la 'táctica del avestruz' la que están haciendo algunos países como Francia o Italia. Taparse los ojos de sus crisis ensuciando triunfos ajenos. Que se preparen los Contador, Valverde, Nadal y compañía porque las mirillas ya están apuntadas hacia ellos.

Además del éxito actual, cada cuatro años en los Juegos Olímpicos las cosechas de medallas no han ido mal: España ha ganado el 77% de todas sus medallas olímpicas en la historia en las últimas cinco Olimpiadas, y continúan como récord las 22 de Barcelona 92.

Como es lógico, el desarrollo deportivo español va de la mano del económico. Todavía saboreamos los logros del baloncesto y el fútbol (los dos deportes más mayoritarios) y aún éstos tuvieron sus cimientos en la Olimpiada de Barcelona 92, un punto de partida histórico, político y sociológico.

Hasta ese momento España era un desierto deportivo. Ningún otro acontecimiento ha sido tan trascendental para España en éxitos y despliegue. Jamás había acogido España un evento, no sólo deportivo, tan importante, ni había afrontado un desafío organizativo de tal calibre y resonancias planetarias.

Desde el momento que Barcelona fue designada como sede, el país entero se movilizó para hacerse digna del honor recibido. Una mezcla de patrocinio económico, riqueza de recursos y racionalidad en su empleo, preparación minuciosa, determinación colectiva y... magia sobrevenida condujo a la obtención de 22 medallas, 13 de ellas de oro.

Un resultado mayor que todos los Juegos anteriores juntos (precisamente 22 ediciones),  Barcelona significó el definitivo punto de inflexión de nuestro deporte en el seno de la confirmación de nuestro crecimiento global como país.

A partir de entonces, España ha organizado la Vuelta, Mundiales de Atletismo, la Copa América de 2007, etc. Eventos que difunden por el mundo la imagen de una España moderna y atractiva que abre las puertas a miles de turistas cada año.

La oportunidad de poder repetir experiencia con Madrid 2016 sería el gran espaldarazo para el deporte español y como dijo el secretario de Estado para el deporte, Jaime Lissavetzky: "La concesión de los Juegos a Madrid 2016 sería una manera perfecta de celebrar los logros de una gran generación de deportistas españoles".

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