Aún estamos llegando a Copenhague, como quien dice, y ya se nota la tensión. En el equipo de Madrid 2016 aún estamos instalando el operativo y en el ambiente se notan los nervios por lo decisivo del viernes, el gran día de la elección de la sede.
Aquí en Dinamarca nos hemos encontrado con gente muy amable y muy educada. Son en general silenciosos, pero en cuanto reconocen el uniforme de Madrid 2016 se acercan y preguntan.
La ciudad es consciente de la importancia de lo que sucederá en cuatro días, de lo que nos jugamos las cuatro candidaturas.
Saben cuántas ilusiones y cuánto trabajo lleva consigo el mero hecho de llegar hasta aquí. Por eso, cuando hablan con nosotros nos dan ánimos y nos desean suerte.