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El Arsenal logra el único gol entre ingleses e italianos

AGENCIAS
5 min.

El Arsenal logró una ajustada victoria (1-0) frente al Roma en el partido de ida de su eliminatoria de los octavos de final de la Liga de Campeones, una diferencia que se quedó corta vista la superioridad demostrada por el conjunto londinense.

Junto a la victoria parcial, la mejor noticia para el Arsenal fue recuperar su juego. Alentado por el generoso inicio romano, el equipo de Arsene Wenger volvió a elaborar con gusto y al primer toque, atacando de manera fluida y generando multitud de ocasiones de peligro. Sólo la falta de definición les apartó de un resultado más abultado.

Los 'gunners' llevaron la iniciativa desde el inicio, pero apenas lograron inquietar la portería defendida por Doni en los primeros minutos. El Roma saltó al Emirates preparado para esperar atrás y dejar jugar al conjunto de Arsene Wenger, por lo que no sufrió en exceso las primeras acometidas rivales.

Si de algo han adolecido los londinenses durante las últimas semanas ha sido de falta de claridad en ataque. Ausencias tan sensibles como las de Fábregas o Adebayor habían restado potencial ofensivo al Arsenal, pero frente a los 'giallorossi' volvió a verse un equipo con ganas y herramientas para hacer daño.

Sin embargo, el primer gran susto correspondió al Roma y nació de las botas de Marco Motta. El joven lateral diestro, sustituto del lesionado Cicinho, se plantó en la frontal del área y soltó un derechazo que buscaba la escuadra y encontró la manopla de Manuel Almunia para enviar a córner.

El aviso despertó al Arsenal, que recuperó el balón y el control del partido. Van Persie volvió a aparecer en los planes del equipo y en uno de los balones que recibió dentro del área provocó un riguroso penalti de Mexes que él mismo se encargaría de transformar, dando a su equipo una merecida ventaja.

Los 'gunners' quisieron aprovechar el impulso, y apenas un minuto después pudieron haber hecho el segundo. De nuevo Van Persie recibió en el área, protegió con el cuerpo y apuró a línea de fondo, pero su pase de la muerte fue rápidamente interceptado por un inconmensurable Marco Motta.

Sufrieron los romanos al final de la primera parte, pero tuvieron su mejor momento en la reanudación. El Arsenal se quedó en el vestuario (no en vano comenzó con sólo nueve jugadores por error) y los de Luciano Spalletti disfrutaron de sus mejores ocasiones, aunque no lograrían concretar.

Pasado el apuro, el equipo londinense se agigantó. Sacó a relucir las señas de identidad, mimó el balón, combinó y empezó a elaborar, obligando a su rival a correr de forma estéril tras el balón. El juego preciosista puso en su mano el partido, pero la falta de mordiente en ataque evitó que lograra una victoria más abultada.

Después de todo, el Roma salió con vida del Emirates y tendrá que remontar un resultado que se antoja asequible. La nota negativa será la ausencia de Daniele De Rossi, que vio la tarjeta amarilla al frenar en falta un contraataque claro de Nasri y deberá cumplir sanción en el Olimpico.

El Manchester perdona ante el Inter

El Manchester United, actual defensor de la corona continental, desperdició la oportunidad de haber logrado una jugosa renta que defender dentro de quince días en la vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones ante un mediocre Inter de Milán (0-0), quien al menos salvó un empate que no mereció.

El equipo de Ferguson, un ciclón en la 'Premier League', se presentó en San Siro, escenario de su última derrota europea hace dos años, entonces frente al Milan, con una personalidad apabullante. Bien es cierto que el Inter no necesita el balón, pero durante la primera media hora vivió en su área ante las acometidas de los 'reds'.

Ambos equipos, líderes de sus respectivos campeonatos, ofrecieron las dos versiones ancestrales de llegar al triunfo. El Inter, pertrechado atrás y confiando en la habilidad de sus delanteros, Ibrahimovic y Adriano, y el Manchester, con toque y asociación.

El empate final podría suponer una victoria eventual del estilo de los italianos, pero dentro de quince días en Old Trafford el guión puede ser bien diferente. Al Manchester sólo le faltó definición. Dominó, trianguló y centró desde los flancos, restó peso a Ibrahimovic y apenas tuvo urgencias defensivas.

Le faltó entonces acierto, desde el pitido inicial. A los dos minutos un remate de Cristiano Ronaldo lo detenía Julio César, protagonista de su equipo en la primera media hora. El portugués 'Balón de oro' repitió instantes después con un fuerte disparo de libre directo y a los veinte Berbatov remató de cabeza con peligro.

Era un asedio inglés ante un Inter empequeñecido. Una maniobra del veterano Giggs ante Rivas le dejó en un mano a mano con Julio César y el portero carioca volvió a ser héroe. El guardameta también repelió otro libre directo de Cristiano Ronaldo antes de la media hora para reforzar su protagonismo.

El Inter no logró frenar la sangría hasta el segundo acto, en el que 'afeó' el partido al estilo de su entrenador. Los de Mourinho ya no dejaron al Manchester tocar con tanta comodidad, subieron líneas y empezaron a ver a Van der Sar. Tampoco con muchas opciones, pero al menos sobrepasaron su medio del campo.

Pese a sus esfuerzos postreros, ambos equipos empataron sin goles, lo que permite al Manchester alcanzar la veintena de partidos sin perder en la máxima competición continental, racha que iguala la del Ajax y el Bayern, y aplazar la resolución de una eliminatoria de estilos para el mejor escenario posible, el teatro de los sueños.

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