Protocolos absurdos. Montañas de papeles, por triplicado, compulsados, sellados. Formularios con preguntas trampa. Informes innecesarios. Supervisiones. Largos pasillos. Una pared impenetrable. Desconcierto. La escritora sevillana Sara Mesa ha volcado en su nueva novela Oposición (Anagrama) todos los miedos del ciudadano medio. Su protagonista estudia para consolidar su futuro profesional; ha conseguido un puesto de interina en una oficina administrativa y ahora afronta una oposición.
Pero la oposición del título no se refiere solo al proceso de selección para el ingreso en la Administración. La narradora siente poco a poco una duda contradictoria que crece en su interior. Ha observado el día a día funcionarial y no está segura de querer ejercer ese día de la marmota hasta su jubilación. El gigantesco edificio donde ha sido destinada, que la expulsa al mismo tiempo que la absorbe, es un lugar de jerarquías herméticas.
Página Dos - Sara Mesa
Como nadie le explica exactamente su misión, se ve forzada a improvisar y disimular por vergüenza. Los funcionarios que la rodean, cada uno con sus particularidades y conflictos, han desarrollado los tics y las manías propios de las rutinas laborales y la obediencia acrítica. Con el paso de los días, la opositora tomará pequeñas decisiones subversivas sin prever sus posibles consecuencias disciplinarias. De la perplejidad pasa al cuestionamiento, y de ahí a la rabia, la transgresión, el humor, el desencanto.
La insoportable levedad de la Administración
Oposición (Anagrama) retrata con mordacidad e ironía los laberintos de la burocracia contemporánea, que Sara Mesa ya retrató tan bien en su anterior Silencio administrativo. Esas trampas afectan no solo al ciudadano, sino también a los trabajadores que las ponen en funcionamiento a diario sin poder ponerlas en duda. Un ejército de trabajadores atrapado en tareas inútiles y tediosas. Pero la protagonista, como una heroína azarosa e involuntaria, no se va a conformar con ese panorama deprimente.
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“Es la sensación de estar perdiendo el tiempo, tu talento“
La escritora le cuenta a Óscar López ese camino que el lector hace junto a la narradora, a la que sigue desde su primer día de trabajo hasta unas semanas después. «No sabe para qué está allí. No puede describir en una sola frase su puesto. Puede ser más agotador no tener ninguna tarea que hacer que trabajar. Es la sensación de estar perdiendo el tiempo, tu talento, tus capacidades», explica Sara Mesa en su entrevista a 'Página Dos'.
No hace falta trabajar en la Administración para reconocer esas situaciones desquiciadas en las que el trabajador duda que haya alguien al mando. «Ahora se habla mucho de la precariedad, y me parece fantástico, pero no es el tema de este libro», detalla Mesa. «Oposición habla del tedio, la monotonía; de un trabajo relativamente bien pagado y cómodo, pero absurdo en muchos sentidos», añade. Como ocurre en otras novelas de la autora, la naturaleza humana queda retratada en su ambigüedad moral, el abuso de poder, la degradación de la inacción, las intenciones ocultas.