Madrid recibe a Adrienne en la tercera etapa de su viaje De tapas por España, tras Barcelona y Córdoba. Adrienne es consciente del amplio patrimonio que se aglutina en la ciudad, por eso en esta ocasión se va a centrar en el denominado Madrid de los Austrias. Es decir, el barrio dibujado en tiempos de la Casa de Austria, la dinastía Habsburgo que reinó en la monarquía hispánica entre los años 1516 y 1700.
El recorrido a pie abarca el epicentro de la capital de España: desde las calles donde se respira el genuino ambiente castizo hasta las más majestuosas plazas; de los grandes palacios y museos a esos rincones íntimos donde sigue visible la huella de los Reyes de España.
Eduardo de la Torre y Adrienne Chaballe pasean por la Puerta del Sol de Madrid
Hace tiempo que a Adrienne le ronda una duda y, aprovechando la cercanía de la Puerta del Sol con esos lugares de visita obligada al Madrid de los Austrias, va a investigar qué es el Kilómetro 0 y por qué está en la Puerta del Sol. Para despejar su incógnita, le consulta a un guía de lujo, el arquitecto Eduardo de la Torre. Además de ser una persona altamente cualificada para hablar sobre temas urbanísticos y arquitectónicos, De la Torre destaca porque es uno de esos madrileños a los que llaman gato, es decir, hijo y nieto de madrileños; por lo que representa la tercera generación de personas nacidas en la ciudad por vía materna y paterna.
El centro geográfico del país
Será Eduardo de la Torre quien guíe a Adrienne hasta esta emblemática plaza, punto referente a la hora de poner la numeración de los edificios. Es decir, el número uno de cada calle es siempre el que está más cerca de la Puerta del Sol. De ahí, que en este espacio se localice el Kilómetro 0. Curioso, ¿verdad? Pues esta denominación tiene siglos de historia, se remonta a la época de Felipe II. El rey conocido como el Prudente es fundamental en el dibujo de la capital de España.
El 8 de mayo de 1561 Felipe II traslada la corte de forma permanente de Toledo a Madrid. Así fue como empezó la historia de la ciudad como capital, momento clave de cambio que la convertiría en una urbe dinámica, enérgica y vital. Uno de los motivos de esta decisión fue que la pequeña villa de Madrid (por aquel entonces se le calculaba una población de 15.000 vecinos) era el centro geográfico del país. Tanto es así que desde este enclave saldrían en el siglo XVIII seis vías radiales de comunicación hacia diferentes puntos de España. Arterías a las que se les denominó con una letra N y una numeración romana para identificarlas. El sentido era que, por ejemplo, el punto 172 de una de esas vías significaba que estaba a 172 kms de la Puerta del Sol.
Aspecto de la Plaza Mayor de Madrid, con la estatua a Felipe III
Se da la paradoja de que el centro geográfico de España no está en el centro de Madrid, sino en la localidad cercana de Getafe; en concreto, en el paraje denominado el cerro de los Ángeles. Después de todo, la historia y la tradición parecen pesar más que cualquier otro elemento. Puede que la bella Puerta del Sol no sea el centro exacto, pero es el punto donde empieza la numeración de la urbe y donde concluye urbanísticamente el Madrid de los Austrias. La puerta por "donde salía el sol" es principio y fin, y en palabras de Eduardo de la Torre, un lugar de referencia comercial, de las comunicaciones y, sin lugar a dudas, "el corazón de la ciudad".