Cuando es imposible conciliar el sueño, algunos cuentan ovejas. Otros como Julio Medem escriben películas tan brillantes como La ardilla roja, una cinta no tan conocida en la cinematografía española que, sin embargo, está considerada una auténtica joya capaz de enamorar a uno de los cineastas más reputados de la historia del cine. Protagonizada por Emma Suárez y Nancho Novo, la película propone una comedia que transita por muchos géneros, llena de misterio y, por supuesto, una historia de amor. Tejida a base de una red de engaños, en la que como espectadores nos enredamos con gusto, los protagonistas se pierden en un laberinto de medias verdades y emociones. María Barranco, Karra Elejalde y Carmelo Gómez completan el reparto y también se dejan atrapar.
Jota (Nancho Novo), un treintañero que está a punto de suicidarse, presencia el accidente de moto de una joven (Emma Suárez) que queda amnésica a causa del siniestro. La pérdida de memoria de ésta es aprovechada por Jota, quien bautiza a la víctima con el nombre de Lisa y se inventa que son pareja. En un momento dado, los dos huyen del hospital para acabar en un camping llamado La ardilla roja. Allí compartirán escenario con otros veraneantes con no menos embustes en su haber.
Nancho Novo y Emma Suárez en 'La ardilla roja' (1993)
Parábola contra el machismo
Así fue como la definió el propio Medem. Aunque tal vez esa no fuera la intención del director, La ardilla roja es uno de los estudios más brillantes que se han llevado a cabo en el cine español sobre el machismo y los abusos de poder a los que éste lleva en las relaciones de pareja. Los roles sexuales establecidos para ellos y para ellas llevan a hombre y mujer a competir y a mentirse en lugar de confiar el uno en el otro. La película muestra esta situación a partir de una pareja ficticia basada en el engaño y en una dominación masculina que no sabemos si es real o igualmente postiza.
Un guion en la duermevela que enamoró a la crítica
Julio Medem cuenta que esta “parábola contra el machismo” surgió de una noche de insomnio y duermevela. Una película que se estreno hace algo más de tres décadas y que consagró al cineasta como autor de culto. Además de un Goya, el filme consiguió los Premios de la Juventud y el Público a la Mejor Película Extranjera en el Festival de Cannes; entre otros galardones. También queda para la posteridad que el mismísimo Stanley Kubrick declarase su admiración por el filme. Tal fue la fascinación del neoyorkino por La ardilla roja que animó a Steven Spielberg a que tuviese en cuenta al donostiarra para sus proyectos. ¿Necesitas más razones para verla? ¡No te la pierdas!
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