La adicción a la comida es una cuestión muy discutida en el ámbito científico. Gracias a un importante equipo de investigación, esta evidencia acaba de recibir nuevas respuestas. En el espacio Vida Sana, de Gente Despierta, Julio Basulto aborda estas respuestas:
¿Qué son exactamente los ultraprocesados?
Según la definición de la investigadora y catedrática Marion Nestle, se definen en siete puntos:
- Son un producto producido industrialmente
- Tienen poco parecido con los alimentos con los que se deriva
- Normalmente contienen aditivos para dar color, sabor y textura.
- No se pueden preparar en cocinas domésticas
- Están formuladas para ser irresistibles
- Están asociados con una ingesta excesiva de calorías y mala salud. Tienen una alta densidad energética en un solo bocado
- Son extremadamente rentables para sus creadores
¿Existe la adicción a la comida?
El estudio que clarifica esta cuestión, se titula Implicaciones sociales, clínicas y políticas de la adicción a los alimentos ultraprocesados y se publicó el pasado 9 de octubre en la revista BMJ, British Medical Journal. En él, una serie de expertos confirman que hay pruebas de que los alimentos pueden ser adictivos y que se consumen en patrones adictivos porque son muy gratificantes y atractivos, lo que hace que gran cantidad de gente los consuma de forma compulsiva.
Lo relevante de este estudio, además de los resultados, es que está hecho por expertos en adicción a la comida, expertos en fisiología de la nutrición, expertos en señalización de la recompensa, intestino- cerebro, expertos en adicciones conductuales, expertos en trastornos del comportamiento alimentario y expertos en política alimentaria.
La conclusión, deduce que los alimentos ultraprocesados pueden cumplir los criterios para el diagnóstico de trastorno por uso de sustancias en algunas personas. En datos, se estima que el 14% de adultos y el 12% de menores son adictas a los ultraprocesados.
El estudio esclarece, que esta conducta está asociada con mecanismos biopsicológicos de adicción y problemas clínicamente significativos de un 14 o un 12% de la población. Una de cada diez personas tiene adicción directamente a tomar ultraprocesados.
Para Julio Basulto, la solución a esto comienza por no comprar ese tipo de alimentos, porque si se compran, se comen. “Que un niño coma ultraprocesados es que hay un adulto comprando esos ultraprocesados. No pongamos el foco en el niño, pongamos el foco en el adulto que hace la compra. Esto se llama control encubierto de la ingesta”, explica.
Medidas para paliar la adicción a los ultraprocesados
El estudio no sólo se limita a confirmar la existencia de la adicción a este tipo de alimentos, sino también propone medidas para tratar de reducir esos casos. Proponen a responsables políticos y autoridades sanitarias, lo siguiente:
- Gravar con impuestos a los ultraprocesados.
- Aplicar sistemas de etiquetado obligatorios en el frente del paquete o en los estantes de los supermercados.
- Reformular los productos alimentarios para que sean más saludables o para que sean menos malsanos.
Lo más importante para Basulto es que no se centran en promocionar una medida aislada, sino que insisten en que el conjunto de las medidas es lo que conseguirá el éxito en esta situación.