Las imágenes de archivo de la muerte de Pablo Escobar resultan impactantes y, al mismo tiempo, están llenas de justicia poética. Quien fuese el hombre más temido y poderoso de Colombia, yacía panza arriba, descalzo, tendido sobre el tejado de una vieja chabola, en los bajos fondos de Medellín. Sus más de 100 kilos le impidieron llegar más lejos en la que sería su última huida de la justicia. Era el 2 de diciembre de 1993, solo un día después de su 44 cumpleaños. Más de 500 soldados y policías rodeaban la casa. No había escapatoria posible para el capo de la cocaína.
Durante años, su muerte ha estado rodeada de enigmas. En su cuerpo había tres disparos de bala. Se llegó a especular que uno de ellos lo había efectuado el propio Escobar, concretamente en que le atravesó el cráneo y acabó con su vida de forma instantánea. Una teoría que sin duda buscaba ensalzar la leyenda del narco, que siempre había prometido morir antes de ser capturado: “A mí nunca en la gran puta vida me van a atrapar vivo”, se escuchó en una de los pinchazos telefónicas realizadas por el Bloque de Búsqueda, la unidad especial formado por policías, militares y agentes de la DEA (Departamento antidroga de EE.UU.) para dar con el escurridizo narcotraficante.
El documental Killing Escobar (2021) arroja luz sobre el conjunto de sucesos que desembocaron en su muerte. Un apasionante thriller, basado en hechos reales, que arroja luz sobre la banda de mercenarios escoceses que sumieron la misión de asesinarlo. Una apasionante historia contada a través de dos hombres que planearon la operación, Peter McAleese y Dave Tomkins.
Pablo Escobar con su esposa María Victoria en 1983 ERIC VANDEVILLE
Un millón de dolares y munición para matar a 2000 hombres
Con el aliciente de una recompensa de un millón de dólares y munición suficiente para matar a 2000 hombres, estos dos hombres se adentraron sin pensarlo en un turbio complot cuya historia supera la trama de cualquiera de las ficciones que se han realizado sobre el narco, aunque la escena se retrata muy acertadamente en la película que Fernando León de Aranoa estrenó en 2017, Loving Pablo, y que también puede verse en RTVE Play.
Javier Bardem como Pablo Escobar en 'Loving Pablo', de Fernando León de Aranoa. noticias
El documental traza un perfil muy interesante de estas dos figuras claves en la muerte de Escobar. Por un lado, McAleese, un ex paracaidista que creció en Glasgow y fue responsable de las actividades militares del escuadrón de la muerte. En el documental se muestra, sin ambages, como un hombre propenso a la violencia. Sin duda, él es el gran protagonista del documental, un hombre con un pasado turbulento, que parece querer expiar sus pecados, aunque cuando se trata de matar gente, no tenía dudas. “Esa fue la profesión que elegí”, dice en el documental. Por otro lado, más calmado, está Tomkins. Él era el hombre que organizaba los contratos y que, según su propio relato, movía las enormes cantidades de dinero en juego.
El director David Whitney agrega una serie de escenas retrospectivas de reconstrucción de los hechos de lo más interesante. Killing Escobar da las claves de la misión, desde el momento en el que se planeó hasta un reconocimiento aéreo del rancho de Escobar o unos vídeos de McAleese dando una charla de ánimo al equipo la víspera de la batalla. Un documental imprescindibles para resolver los enigmas de la muerte de Pablo Escobar, disponible en RTVE Play.