Dicen que las buenas películas son aquellas que son capaces de provocar algo en el espectador. Una emoción que se queda agarrada, una reflexión a la que no se deja de dar vueltas, algo que remueve el estómago (o te lo revuelve) y hace "crack". Nadie sabe cuál será la escena que termine por agitar al público, aunque el cine está plagado de clichés mil veces repetidos. Por eso, es tan estimulante ver una película que desbarata lo establecido. Ventajas para viajar en tren (2019) es una de esas sorpresas que llegaron para alimentar el morbo más escatológico del cine. La cinta es una adaptación del libro homónimo escrito por Antonio Orejudo, un autor conocido por recrear universos complejísimos con los que demuestra que "la verosimilitud está sobrevalorada" y que bien le sirve de eslogan promocional a la película.
Ventajas de viajar en tren (2019)
Una estética morbosa
Muy en la línea de otros títulos rompedores como Pieles (2017), de Eduardo Casanovas, el director debutante Aritz Moreno y el guionista Javier Gullón, Enemigo (2013), se propusieron retorcer los códigos narrativos, fundir realidad y ficción, comedia y tragedia y provocar una extrañeza tan bella y desconcertante que no podemos dejar de mirar a la pantalla. Desde la escenografía barroca a los personajes que habitan su entorno, a los que dan vida unos magistrales Belén Cuesta, Quim Gutierréz -en uno de sus papeles más insólitos-, Ernesto Alterio, Luis Tosar y Pilar Castro, todo resulta extravagante en estas historias cruzadas en la que se cuelan la demencia y los cambios de perspectivas para retorcerlo todo un poco más.
El trampantojo de muñecas rusas comienza con la historia de Helga Pato (Pilar Castro), una joven editora que huye en tren de su tóxica y desquiciada relación, un marido que ha perdido la cabeza y que obsesionado con los perros ha terminado tratándola a ella como un can. "Imaginemos a una mujer que al volver a casa sorprende a su marido inspeccionando con un palito su propia mierda", así comienza el filme. ¿Quién es capaz de no continuar la matrioska?
Belén Cuesta en 'Ventajas de viajar en tren' (2019)
Expectación, provocación y suspense
Es ahí cuando entra el juego morbocircense de la sorpresa y el desconcierto. Un thriller paranoide, lleno de curvas de guion, bifurcaciones y mezcla de géneros (drama, suspense, comedia negra, romance, noir). Una de las tramas más inquietantes es sin duda la que protagonizan Castro y Quim Gutiérrez en una especie de romance perruno que desgarra las atrocidades más crueles de la violencia de género, el machismo y la posesión.
Una controvertida historia en la que un hombre somete a su mujer y la obliga a comportarse y convertirse en una perra, a ser violada por un perro, dormir en la caseta del jardín, comer pienso y llevar correa. Una sumisión incomoda, repulsiva, que se muestra a través de una vulgaridad provocada e intencionada que busca remover al espectador, desde el estómago a la razón. ¿Es posible que ocurra algo así, es verosímil?
Todo lo que sucede en la película podría ser real, pero parece una fábula grotesca. Como la propia realidad en sí misma, capaz de producir el mismo estupor, desasosiego y extrañeza que la mayor ciencia ficción. La verosimilud está sobrevaroda, Ventajas para viajar en tren nos demuestra que tenemos que empezar a desmitificarla. No te pierdas Ventajas de viajar en tren (2019), una sorprendente adaptación cinematográfica que puedes ver gratis en RTVE Play.
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