Si te decimos: Ricky Martin, perro y mermelada, ya sabemos en qué estás pensando. No hace falta que te demos más pistas. El programa Sorpresa, Sopresa fue víctima del bulo más grande de la historia de España. ¿Pero cómo empezó todo? ¿Cómo pudo hacerse viral si no existían las redes sociales aún? ¿Cómo es posible que a la mañana siguiente, desde primera hora, no se hablara de otra cosa?
La llamada de un oyente al programa Hablar por hablar de la cadena SER, dirigido entonces por la periodista Mara Torres, fue el inicio de una de las historias más famosas de los últimos años. El oyente llamó al programa para saber qué había de cierto en la historia del cantante y una fan.
Todo pasó en 1999 cuando el famoso programa Sorpresa, Sorpresa!, presentado por Concha Velasco, invitó al cantante Ricky Martin para sorprender a una chica saliendo inesperadamente del armario de su habitación. Según cuenta la leyenda, la emisión tuvo que ser interrumpida debido a que cuando el cantante entró en la habitación de la chica, ella tenía mermelada untada en la entrepierna esperando que su perro la lamiera.
El primer gran bulo
Lo que inicialmente fue considerado como una broma por parte del equipo del programa tomó más seriedad cuando una asociación de defensa del menor realizó una denuncia que obligó a la productora a presentar el programa ante la fiscalía de Málaga. Desde entonces, y pese a los repetidos intentos de desmentir la historia, han sido muchas las personas que aseguran haber visto el vídeo, tenerlo grabado o hasta poder venderlo.
Días de tele - El bulo que dio la vuelta a España - Ver ahora
¿Leyenda urbana o estrategia de marketing?
“Voy a dar de mi bolsillo un millón de pesetas al primero que me traiga el vídeo“
Muchas teorías hablan de que fue una estrategia para subir la audiencia a un programa que había perdido espectadores desde la marcha de Isabel Gemio como presentadora. "Voy a dar de mi bolsillo un millón de pesetas al primero que me traiga el vídeo", aseguraba Giorgio Aresu, director del programa en aquel entonces.
“La historia estaba tan bien montada que lo más probable es que tuviese la mano de un guionista detrás“
Según la periodista Rosa Villacastín, la historia estaba tan bien montada que lo más probable es que tuviese la mano de un guionista detrás. Un embrollo que, más de veinte años después, aún es recordado por todo el mundo. Y a pesar de haber estado desmentido infinidad de veces, aún hay quién continúa creyéndoselo o conoce alguien cercano que asegura haberlo visto. Sea como sea, esta historia nos demuestra que es posible hacer un bulo viral sin la necesidad de internet.