La vida cotidiana de Bethan no es sencilla, se trata de una adolescente en pleno desarrollo de identidad que, en vez de centrarse en sus estudios o en salir a descubrir mundo, sus horas transcurren inventando mentiras para tapar los problemas familiares que lleva en la mochila. Un padre alcohólico que maltrata a su mujer, una madre con trastorno bipolar, unos amigos con ciertas dificultades sociales y una orientación sexual que quiere ocultar.
Todas estas circunstancias, que cubre con tela opaca para no dejarlas ver en un mundo donde las apariencias importan, acabarán aflorando. Poco a poco, la realidad podrá más que su inventada ficción, y lo que ocurre será aceptado también por ella misma. Uno de los sucesos que más afecta a la joven es la enfermedad mental de su progenitora, unos cambios extremos de estados de ánimo que marcan el ritmo de la serie. Para entender al personaje en su plenitud, Irene Garrido Ciruela, psicóloga sanitaria especializada en apego, trauma y TCA, detalla qué es el trastorno bipolar que experimenta Katrina.
Para empezar, vamos a nombrar
Lo más importante a tener en cuenta cuando empezamos a ver In my skin es que la madre de Bethan está diagnosticada de trastorno bipolar. Esto supone que, a lo largo de las dos temporadas, veremos a una mujer fluctuando de forma brusca entre distintos estados de ánimo. Un ejemplo claro es que, en los primeros capítulos, Katrina se encuentra justo en un episodio mixto, ya que manifiesta momentos de euforia, energía extrema, irritabilidad (episodio de manía), pero también de desinterés por la vida (episodio depresivo).
Conforme avanza la trama, se puede comprobar cómo su estado de ánimo se 'normaliza' (estado eutímoco), puede salir del centro donde reside temporalmente bajo control médico, y pasa tiempo en su casa. Sin embargo, sus altibajos emocionales suceden con frecuencia, lo que desestabiliza la vida de Bethan, que incluso tiene salir del instituto o no acudir para cuidar a su madre.
Violencia de género, ¿está relacionada?
Uno de los problemas más remarcables que sufre la joven es la violencia de su padre hacia ella, pero, sobre todo, hacia su mujer. Para esquivar cualquier tipo de spoiler, solo señalar que las agresiones son de menor y mayor grado, y una de ellas puede llevarnos a pensar que es el desencadenante de que Katrian vuelva a estar ingresada con otro episodio mixto.
Ante esta percepción que recibimos como espectadores, cierto es no todas las personas que sufren trastorno bipolar manifiestan la enfermedad del mismo modo, sino que entran en juego distintas variables, como la parte ambiental, biológica o de su personalidad de base. Agentes como el consumo de sustancias o el estrés pueden convertirse en un factor de riesgo si no se presta atención y no se muestran conductas de autocuidado. Y este podría ser el caso de Katrina que, posiblemente, al estar expuesta a una situación de estrés prolongado en el tiempo, le lleva a desencadenar crisis y desequilibrios en su enfermedad.
El tratamiento, presente en la trama
Desde el primer capítulo de In my skin, vemos cómo la adolescente construye su vida alrededor de su madre, la lleva al centro de atención sanitaria donde se queda ingresada, la visita con asiduidad, está pendiente de sus tratamientos cuando regresa a casa... Toda una odisea con su padre, que rechaza el cuidado de su esposa. Pero, ¿es esta la realidad de una persona con trastorno bipolar?
Según cuenta la psicóloga Irene Garrido Ciruela, efectivamente, para personas con esta enfermedad mental, es recomendable, de forma simultánea, tanto la medicación, como la terapia psicológica. Sin embargo, el problema llega cuando alguna de estas dos vías no da resultados, por el motivo que sea, y se desestabiliza viviendo crisis muy graves.
Cariño y respeto
En la mayoría de los casos, esto les lleva a ingresar en centro hospitalarios, casi siempre de forma involuntaria. Son en esos momentos cuando la persona en cuestión, al encontrarse "fuera de sí", hace que se agrave más su sintomatología, por lo que se suele recurrir a una sobre medicación para calmarla. El objetivo de dicha práctica es disminuir en esos momentos la crisis del paciente, "pero en ningún caso, mejorará a medio o largo plazo".
Es importante tener en cuenta que las personas que padecen un TB y se encuentran en crisis deben seguir recibiendo el mismo cariño o respeto como cualquier otra persona lo recibe, sin necesidad de infantilizar en determinados momentos de forma innecesaria. Todo un recorrido que se puede ver en la serie, sobre todo, de la mano de Bethan. ¿Es este el motivo por el que habla con tantas palabrotas y frases malsonantes?