Alberto Rodríguez es un cineasta que le gusta imprimir autenticidad en sus ficciones y, para ello, nada mejor que tirar de hechos reales. Lo hemos visto en su último trabajo, Modelo 77 (2022), una película que se inspiró en las protestas que emprendieron los presos de famosa cárcel de Barcelona para reivindicar sus derechos y la amnistía de muchos durante los primeros años de la Transición. Pero esta no ha sido la única ocasión que revisa el pasado para dar forma a sus guiones. En 2012, el director andaluz también rescató la historia de una unidad policial a la que fue encomendada una misión muy concreta antes de la inauguración de la Expo 92 de Sevilla.
Protagonizada por Mario Casas y Antonio de la Torre, Grupo 7 es un drama policial basado en el escuadrón antinarcóticos que se encarga de limpiar la zona de la Candelaria en la ciudad de Sevilla, por aquellos años con un gran problema de venta de drogas. El grupo integrado por Ángel (Casas), Rafael (de la Torre), Miguel (José Manuel Poga) y Mateo (Joaquín Nuñez), se convierte rápidamente en uno de los mejores de la estación de policía, al tener un incremento de arrestos y allanamientos exitosos. Sin embargo, los cuatro son objeto de investigaciones por el departamento de Asuntos Internos de la policía, cuando se llega a sospechar que están involucrados en un caso de corrupción.
Antonio de la Torre y Mario Casas en 'Grupo 7'
De lo poco ético a lo abiertamente ilegal
Aunque la película advierte de que cualquier coincidencia con la realidad es mera casualidad, sí hace referencia a hechos históricos ocurridos en Sevilla en el periodo entre 1986 a 1992 en los que el grupo (que en realidad se llamaba Grupo 10) tuvo su mayor actividad. Hay que tener en cuenta que, dos de los oficiales que pertenecieron a dicho escuadrón, fueron acusados, y juzgados, pero finalmente acabaron absueltos por casos de corrupción y aún siguen vivos. La historia le llegó a Rodríguez precisamente a través de un amigo que era abogado y le pasó el sumario de uno de aquellos juicios a su coguionista, Rafael Cobos.
Un documento no demasiado extenso, pero que recogía muy bien el ambiente de aquel entonces. El sumario fue una base para ponerse en marcha. Después, llegó la investigación y las entrevistas con periodistas, fiscales y abogados. Y con algún traficante. Entre las personas con las que hablaron para conocer más el tema, está, por ejemplo, la periodista Rosa María López, quien destapó aquel caso de corrupción policial para el Diario 16 de Andalucía. De hecho, hay un personaje llamado Marisa Morales que se inspira en ella para mostrar el acoso y las amenazas que recibió al investigar el caso.
En una de las escenas de la película, dos tipos se llevan durante unos segundos a su hijo pequeño a la salida del colegio para advertirle, al devolvérselo ileso, de que peligra lo que más quiere si sigue rascando en los bajos fondos policiales. Y un agente antidroga que asiste a la operación masculla: "Y ahora escribe lo que te salga del coño". Lo hizo, destapando un caso al que podemos acercarnos, a través de la ficción, con la película Grupo 7.