Hemos tenido que esperar hasta la final de MasterChef Celebrity 7 para ver ese beso entre Manu Baqueiro y Patricia Conde. Ha sucedido todo muy rápido, en pleno cocinado jugándose el pase al duelo final. Ha sido tan inesperado que hasta el actor se ha quedado descolocado. “Maniobras de distracción”, decía mientras asimilaba lo ocurrido. Y como se ha ganado el apodo del ligón de la edición, cualquiera pensaría que se lanzó él. Pero no. Fue Patricia quién se lo pidió con toda naturalidad. Se mojó los labios con jarabe de violeta y le pidió un beso. Obviamente, Manu ni se lo pensó y sucedió. Un Beso. Un piquito rápido. Una muestra de amor entre compañeros y amigos que acaban la edición con una historia incluso romántica.
Amor a primera vista
Su relación viene de lejos. De hecho, si retrocedemos todas estas semanas, recordamos que Patricia le gusta a Manu desde el primer programa. Él se imaginaba conociendo a su hijo, cocinando juntos los fines de semana… Una ilusión que Patricia cortó por lo sano con un tremendo zasca: “No sé si tienes presupuesto para la película que te estás montando”.
En otro de sus acercamientos, Manu le preguntó directamente si había feeling y que sentía “cositas”. Pero Patricia volvió a ser rotunda y escueta. Un simple “suerte” le bastó para cortarle las alas.
Fernando Andina entró en juego
Mientras Manu tanteaba el terreno amoroso de MasterChef, su gran amigo y compañero Fernando Andina se quedaba en segundo plano cocinando. Entraba en sus juegos, también bromeaba con Patricia Conde, y ambos estaban un poco expectantes con la presentadora. No se sabía quién le gustaba a quién o si de verdad Patricia buscaba algo hasta que Fernando lo también lo admitió.
Manu Baqueiro se centró en la cocina, y esperó a Patricia en la repesca
Patricia se fue muy pronto para lo que esperábamos. Abandonó las cocinas en el cuarto programa con un sabor agridulce. Pero se lo curró en la repesca y cuando volvió a MasterChef se encontró con un Manu mejorado. Más centrado, más rodado, con un buen rollo contagioso y con una actitud positiva constante. Los dos amigos se volvieron a encontrar y no se separarían hasta el final.
Un beso en la final como guinda del pastel
La edición no podía acabar de la mejor manera para Manu Baqueiro. Muchos le reconcían por el personaje de Marcelino en ‘Amar en es para siempre', pero aquí hemos conocido a la persona. Sincero, optimista, atrevido, trabajador, y con un corazón en el pecho. Y todas estas cualidades también las vio Patricia Conde, que le plantó un beso para cerrar su aventura en MasterChef con mucho amor.