400 euros por reciclar mal. Es la sanción administrativa a la que han tenido que hacer frente los padres de Pere Quintana, un matrimonio octagenario cuya única fuente de ingresos es una pensión de 700 euros.
"El 16 de mayo recibieron una sanción porque dentro de unas bolsas de plástico encontraron un papel identificado con el nombre de mi madre porque eran las recetas médicas del hospital", ha narrado Quintana en 'Hablando Claro', donde ha denunciado que las autoridades obvian al 40% de la población "que es la gente mayor" ya que, a su parecer, "a través del miedo" les es más fácil solucionarlo.
El matrimonio reside en una zona que cuenta con sistema de recogida puerta a puerta y en la que técnicos del servicio de recogida de basuras realizan inspeciones aleatorias.
"Todos estamos de acuerdo con el reciclaje, por supuestísimo", ha manifestado Quintana al tiempo que ha pedido empatía. "Estamos hablando de unas personas de 80 años, que durante 78 años de su vida han estado haciendo las cosas como las han estado haciendo", ha subrayado y ha continuado asegurando que "lo que no puede ser de ninguna manera es que les estemos pidiendo que de hoy para mañana cambien sus hábitos, cambien sus maneras de hacer y la única respuesta sea una sanción administrativa a través del miedo".
Recurso a la sanción
La madre de Quintana tras recibir la carta de la sanción acudió al Ayuntamiento para informarse, ya que no habían recibido ninguna notificación anterior, y después de que le explicaran que las dos opciones que tenía era pagar los 400 euros más adelante o 200 por pronto pago, decidió abonarlos sobre la marcha.
Por ello, desde el Consistorio señalan que como la sanción está ya pagada no tiene ningún efecto al estar liquidada y que con el pago el matrimonio había aceptado la sanción.
La familia, por su parte ha puesto el caso en manos del Síndic de Greuges y está a la espera de que se pronuncie.