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Lazos de sangre

La canción de Raffaella que escandalizó al Vaticano

RTVE.es
4 min.

Esta semana en Lazos de sangre hemos recordado a la gran presentadora, bailarina y cantante italiana que hizo de España su hogar, Raffaella Carrà. Ha pasado poco más de un año desde su muerte y es imposible olvidarla, un dicho italiano lo dejaba claro: "Nada es eterno, excepto la Carrà".

Se ganó la enemistad del Vaticano

Ella se ha convertido en un icono, en una musa, en una mujer eterna, por sus logros, por sus avances y por el camino que abrió para muchas mujeres. Sus canciones, sus bailes y hasta sus frases provocaban, pero, de todas las polémicas, una destaca por encima del resto, la canción que censuró el Vaticano.

Siempre había demostrado ser una mujer única, divertida, diferente, transgresora, Raffaella Carrá fue una adelantada a su tiempo y sus canciones así lo demostraban. Hablaban de libertad sexual, homosexualidad, masturbación y otros temas considerados en aquel momento prohibidos. La canción que le costó la antipatía del Vaticano no fue otra que Tuca, tuca. En la actuación de esta canción, Raffaella enseñaba el ombligo lo que hizo que la apodaran "el ombligo de Italia" y además, bailaba con un hombre "y se iban tocando" el cuerpo el uno al otro como nos explica Ángel Antonio Herrera en el documental. Fue entonces cuando el Vaticano emprendió una campaña contra Raffaella Carrà porque la consideraba una provocadora.

La presentadora mejor pagada

Años más tarde otra polémica salpicó a la Carrà en su país. La opinión pública puso el grito en el cielo por el contrato de Raffaella con la televisión pública italiana (RAI), en el que la cantante conseguiría una cifra de casi cuatro millones de dólares por tres años. Incluso el presidente del país, Bettino Craxi, acaparó alguna que otra portada acusando a Raffaella y a la RAI de haber firmado un contrato que superaba con creces lo que merecía la cantante, según él. Después de semanas de polémica y ante la posibilidad de que Raffaella se fuera a la televisión privada, el Consejo de Administración de la RAI apoyó a Raffaella, modificando su contrato, pero manteniendo a la italiana entre sus filas.

Raffaella Carrà: canciones que escandalizaban

Las controversias que rodeaban a Raffaella fueron muchas, algunas de las más grandes vinieron provocadas por los bailes que hacía en televisión y por sus canciones. Canciones que hablaban de sexo, como Hay que venir al sur, una de las más conocidas, o En el amor todo es empezar, que habla de las primeras veces y de lanzarse al amor y a las sensaciones que te podruce el sexo. Por esa misma línea va también 53-53-456, una canción en la que Raffaella expicaba cómo llamaba a su amante y, ante la falta de respuesta, decidía tomarse la libertad de buscar su propio placer "con sus dedos".

"Muchas de sus canciones transmitían libertad sexual, pero libertad sexual cantada por una mujer, y no cantada desde el bolero, desde el reproche, desde la balada... Eran canciones con las que te vienes arriba, con un poquito de rumba, con un poquito de música disco", cuenta la periodista Valeria Vegas. La propia Vegas continuaba diciendo en el documental hablando de Raffaella con verdadera admiriación: "Ella decía: "te canto esto, y además no voy a pedir perdón, lo voy a hacer con un mono ceñido de lentejuelas rojas, con unos bailarines que van igual de escotados que yo"».

Raffaella Carrà en una de sus actuaciones

Raffaella Carrà en una de sus actuaciones RTVE.es

Canciones que reflejaban la libertad de una mujer en una época en la que casi ninguna mujer la tenía. Años difíciles en los que hablar de una misma, del sexo o de la libertad estaba mal visto, incluso en algunos casos prohibido. Raffaella se enfrentó al mundo y por eso se ha hecho eterna, Moncho Borrajo lo explica así: «Cuando la palabra "empoderamiento" no estaba de moda, Raffaella salió a cantar así, empoderada».

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