Es una de las modelos más famosas del planeta, una supermodelo invencible que desprecia el paso del tiempo y sigue trabajando a pesar de que las nuevas generaciones han irrumpido con fuerza en la moda. Cindy Crawford posa y desfila codeándose con las modelos benjaminas, entre ellas su hija Kaia Gerber, una de las top models del momento. "Mi icono ha sido siempre mi madre y la mujer que lleva en su interior. Doy gracias por haber tenido un modelo a seguir tan increíble y que siempre ha predicado con el ejemplo", decía en una entrevista para ELLE. ¿Pero quién fue el referente para su madre, Cindy Crawford? La modelo, que ahora tiene 56 años, echa la vista atrás para reencontrarse con ella misma cuando era tan solo una niña. Cindy, hija de John Crawford y Jennifer Sue Crawford-Moluf, era la segunda de tres niñas y cuatro niños, y vivió su primera tragedia con la pérdida de su hermano Jeff, que era cuatro años más pequeño que ella, que murió con cuatro años de leucemia. Un golpe duro para una niña de Illinois que que todavía no soñaba con ser modelo. Para ella, en aquellos años, solo existía una persona que le aportaba luz en la vida y a quien veía casi como un ángel: Olivia Newton-John. La actriz y cantante se hizo famosísima en 1978, año en el que se estrenó la película Grease. Ese año, Cindy Crawford tenía 12 años y estaba fascinada con Sandy, la protagonista. "Como cualquier otra niña de 12 años en 1978, estaba obsesionada con Grease y especialmente Olivia Newton John como Sandy. Su belleza inocente junto con la voz de un ángel era irresistible. A mis hermanas y a mí nos encantó su álbum 'Don't Stop Believin', y nos conocíamos cada palabra de cada canción. ¡Estoy tan triste de enterarme de su muerte! ¡Quiero agradecerle por ser una luz para el mundo! ¡Y por hacer que fuera genial ser una buena chica!".
Cindy Crawford, la gran supermodelo
Y ella lo era. Una jovencísima Cindy Crawford soñaba con ser Sandy, y por su cabeza no pasaba la idea de ser modelo. Cuando tenía 16 años trabajaba en un campo de maíz de su pueblo para sacarse un dinerito. Fue allí cuando el fotógrafo del periódico local la vio y le hizo unas fotografías que fueron su pasaporte a la moda. En 1986 se trasladó a Nueva York y dos años más tarde ya era una supermodelo. Durante años compaginó su carrera en la moda con el mundo empresarial, y luego llegaron la televisión y el cine. En 1995, la revista Forbes dijo que era la modelo mejor pagada del planeta, con unos ingresos de 6,5 millones de dólares, al año.
Cindy fue Sandy muchas veces gracias a su profesión, tanto en desfiles como en campañas de moda y editoriales para revistas. La protagonista de Grease es un icono y un referente de estilo, y durante años ha inspirado a diseñadores, fotógrafos, estilistas, peluqueros y maquilladores. Pero también lo ha sido en la vida real. La modelo adora las 'chupas' de cuero, en especial el modelo que lleva Olivia Newton-John: la clásica 'perfecto', un icono atemporal, igual que Sandy. ¡Hasta sus nombres son casi iguales!