Han pasado más de 20 años desde que Pilar López de Ayala se alzase con dos de los mayores premios del cine español por su interpretación de Juana la Loca en la película de Vicente Aranda: en 2001 ganó el Goya a la mejor actriz revelación y la Concha de Plata en el Festival de San SebastiánLogró el aplauso de crítica y público, pero tras el éxito, su carrera entró en un receso que duró tres largos años. Su reaparición en la gran pantalla fue en 2004, cuando se estrenó El puente de San Luis Rey, una coproducción con Reino Unido y Francia que supuso el primer trabajo en inglés de la actriz.
A pesar de haberse consolidado en la industria cinematográfica española, López de Ayala tomó como costumbre espaciar sus apariciones en el cine y durante los siguientes cinco años apareció en siete películas, aunque ninguna le otorgó la misma repercusión que Juana La Loca. Tras esos años de mayor actividad, la intérprete desapareció en 2011, fue como si la tierra se la hubiese tragado. Hasta ahora, porque este año la actriz ha vuelto a plantarse delante de la cámara. Un regreso por partida doble con el rodaje de dos nuevas películas.
Pilar López de Ayala decidió emigrar
La actriz abandonó España y emigró: primero a países donde sus películas habían tenido éxito, como Brasil o Argentina, y luego a Estados Unidos. Muchos dijeron que buscaba triunfar en Hollywood siguiendo los pasos de Penélope Cruz y Elsa Pataky, con la que trabajó cuando ambas estaban empezando.
Fue en la serie Al salir de clase, la mayor cantera de toda una generación de actores. En aquel momento, Pilar acababa de cumplir 20 años y aparcó sus estudios y probó suerte en el mundo de la interpretación. Pero años después sintió la necesidad de volver: pidió un préstamo, se fue a EE. UU., se alojó en casa de un amigo y se matriculó en Historia del Arte.
Pilar López de Ayala debutó en el cine con 'Báilame el agua' (2000)
Al otro lado del Atlántico, Pilar encontró la estabilidad que llevaba años buscando en lo personal. Desde esa serenidad, reflexionaba sobre su carrera: “No es que pierda trenes, mi camino es así”. Preguntada sobre si dejó pasar el tren del éxito tras alzarse con el Goya, la actriz confesaba ser “una persona de pausas”. Todas estas declaraciones las hizo en el año 2016, cuando regresó a primera línea de fuego con Rumbos, película en la que compartía protagonismo con actores como Carmen Machi, Karra Elejalde y Ernesto Alterio. Parecía la crónica de su regreso definitivo, pero... de nuevo fue algo puntual. “Dicen que soy selectiva y es verdad. Pero para serlo hay que tener ofertas y no las he tenido”, sentenció la actriz.
La actriz Pilar López de Ayala vestida de Nina Ricci. EFE/Víctor Lerena.
El futuro de Pilar López de Ayala, un misterio
Desde entonces apenas se ha dejado ver. En 2018 realizó una aparición sorpresa en Madrid para asistir a la premiere de la segunda temporada de Paquita Salas. Y hemos tenido que esperar casi cuatro años para volver a saber de ella: fue en marzo de 2022 en el Festival de Málaga. Todas las veces que ha posado para la prensa ha sido en eventos relacionados con su profesión. En lo que respecta a su esfera privada, Pilar siempre se ha definido como una mujer sencilla, normal y muy cautelosa con su intimidad. “Hablar de mi vida es lo más aburrido del mundo”, llegó a afirmar en alguna ocasión. Desde esta última aparición, su carrera y su vida son un misterio.
Este año las cosas han cambiado para ella y, teniendo en cuenta que la actriz ha retomado el cine, asumiendo dos papeles en dos películas diferentes, pronto volveremos a verla en la gran pantalla por partida doble. El molino, de Alfonso Cortés-Cavanillas, y En la alcoba del sultán, dirigida por Javier Rebollo, son los títulos de su vuelta a los focos. Uno de los regresos más esperados del cine español.