Cualquier paisaje de los Alpes italianos te deja con la boca abierta pero hay un monumento en la región de Tirol del Sur (Trentino Alto Adige) que imprescindible que visites si viajas por la zona. Se trata de la famosa y fotografiada torre de la Iglesia de Santa Catalina, del siglo XIV, que emerge del fondo del lago de Resia.
Este lago de la provincia de Bolzano es en realidad un embalse artificial construido en 1960 a partir de la unión de dos lagos naturales: el Resia y el de Curon. Con 120 millones de metros cúbicos de capacidad, es el lago más grande del Alto Adige. El pueblo de Curon Venosta y parte del pueblo de Resia fueron inundados y sus habitantes tuvieron que dejar sus casas. Si no fuera por el campanario de la iglesia de Santa Catalina, nadie diría que allí había dos villas.
En los últimos años se han llevado a cabo trabajos de restauración, incluso se ha bajado el nivel del agua para poder hacer reparaciones en la estructura.
En los meses de calor se pueden practicar por el lago deportes acuáticos como kitesurf o vela. En el invierno las aguas del pantano se congelan por lo que se puede caminar o patinar sobre el hielo y llegar hasta el campanario, que desde 1950 no tiene campanas. Aunque dice la leyenda que algunas noches, sobre todo en invierno, se escucha su repique… ¿Será verdad?
El lago Resia helado RTVE.es
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