Defenderse de los depredadores es una de las grandes prioridades de cualquier animal, por eso cada especie desarrolla diferentes estrategias de defensa con tal de no ser devorados y sobrevivir. En el mundo acuático los peces forman cardúmenes, o también conocidos como bancos de peces, para superar este reto que les propone la naturaleza.
El objetivo es despistar
El estar unidos les permite pasar desapercibidos porque cuando hay muchas presas juntas, al depredador le resulta mucho más complicado focalizar su atención en un solo objetivo. En otras palabras, los bancos de peces emplean la estrategia del despiste y juegan con las circunstancias del ambiente, ya que la visibilidad en la profundidad del mar se reduce.
En la actualidad se conocen unas 34.000 especies de peces de la cuales tan solo unas 10.000 forman cardúmenes en algún momento de su vida. Por lo general, los peces que componen los bancos suelen ser especies más bien pequeñas como las sardinas. Sin embargo, también grandes ejemplares como los atunes pueden utilizar esta estrategia de defensa.
Qué animal | Los bancos de peces
Control de parámetros
Pero, ¿cómo consiguen permanecer juntos? Los peces tienen que estar atentos a la posición y velocidad de sus compañeros para no romper la estructura y desperdigarse. Al tener muy desarrollada la visión, detectan los destellos plateados de las escamas de sus iguales y controlan la distancia que les separa del otro.
Además, los peces tienen una especie de sexto sentido gracias a un sistema de líneas laterales situadas en el costado de su cuerpo. Este sistema está compuesto por una serie de células que son capaces de captar las ondas de presión que se generan en el agua. De esta forma, sienten la velocidad y la dirección de otros peces a su alrededor.
La estrategia detrás de los cardúmenes o bancos de peces RTVE
¿Te gusta la naturaleza y el mundo animal? Puedes explorar otras curiosidades en el programa ¡Qué animal!. Todos los vídeos disponibles en la sección Ciencia y Futuro y el catálogo de RTVE Play.