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'Eva al desnudo' y el exhausto rodaje que enfrentó a Marilyn Monroe y Bette Davis

  • Protagonizada por Bette Davis, la película obtuvo 14 nominaciones a los Oscar

  • La película descubre a una, entonces, casi desconocida y deslumbrante Marilyn Monroe

  • Esta noche, Eva al desnudo (1950) podrá verse en Días de Cine Clásico

RAQUEL ELICES
4 min.

A principios de los años 50, la soberanía de Bette Davis como reina del cine clásico era indiscutible. Su figura se elevaba por encima del resto de los mortales cuando su talento interpretativo irrumpía en la gran pantalla, con ese brillo cegador que envuelve a las grandes estrellas, entre la admiración y la mística del universo hollywodiense. Así fue durante casi dos décadas, hasta que aquella mujer que ostentaba el récord de nominaciones en los Oscar, que ya se había hecho con dos estatuillas doradas, topó con la que iba a ser su digna sucesora.

Era 1951 y una aún desconocida Marilyn Monroe hacía una de sus primeras apariciones en el cine con Eva al desnudo, la cinta dirigida por Joseph L. Mankiewicz, protagonizada por Davis. La película, retrato del despiadado mundo en el que se desenvuelven las estrellas del teatro, ofrecía un certero perfil de un mundo de ambiciones caníbales.

Eva al desnudo (1950) TVE

Nunca ficción y realidad estuvieron tan cerca en un rodaje

En la película el envejecimiento que atormenta a Margo Channing, el personaje interpretado con lucidez por Bette Davis, es el mismo terror que comenzaba a aterrar a la actriz en su vida fuera de las pantallas. En esa época, Davis ya había traspasado la frontera de los 40 años y empezaba a notar cómo el teléfono sonaba cada vez menos para que le ofreciesen un papel protagonista. En esas circunstancias vitales, para la actriz no debió ser fácil toparse con la deslumbrante juventud, derroche de talento y belleza de Marilyn en Eva al Desnudo. Su encuentro, fugaz, dura apenas unos minutos en la película. Pero aquella escena que compartieron está llena de simbolismo y resulta realmente acertado que Mankiewicz eligiese a estas dos actrices.

Marilyn aparece, con un brillante vestido blanco que resplandece, serena, inocente e ingenua. A ella se acerca el personaje de Davis que la ignora y desprecia, pero a la que terminará teniendo que sujetar el abrigo mientras sentencia con resignación un: ¡amén!

Marilyn estaba aterrorizada por trabajar con Bette Davis

En la escena que intercambian unas palabras, la intérprete rubia tuvo que repetir la toma hasta 10 veces, una situación que desquició a la protagonista de ¿Qué pasó con baby Jane? En algunas entrevistas, los actores de la película contaban que, por aquel entonces, en los descansos, Marilyn aún no sabía desenvolverse, se sentía sola, era de una timidez casi enfermiza y casi siempre comía sola.

Por supuesto que Davis no perdonaba los errores. Y mucho menos que las escenas se repitieran varias veces, así que tampoco ayudó a que su sucesora se sintiese cómoda. La gran diva, que entonces tenía una posición de poder con respecto a la joven Monroe, no supo ver entonces que había muchas cosas que las unían, entre ellas, el dolor del desamparo y la soledad.

Porque como dice en la propia película el personaje interpretado por George Sanders, “los actores somos una raza aparte del resto de la humanidad, somos personalidades desplazadas”. Algo así a como se sentían ambas actrices, ambas con temor al futuro, arrastrando una vida turbulenta y un pasado que pesaba demasiado.

Lo cierto es que Eva al desnudo (1951), cinta que podrá verse esta noche en Días de Cine Clásico de La 2, fue una de las últimas grandes películas que realizó la vieja estrella del cine clásico, mientras que para Marilyn fue el despegue de su carrera, la película le ayudó a conseguir un contrato con la Fox, primer paso para convertirse, poco después, en el gran mito pop del Hollywood dorado.

'Eva al desnudo', una joya con Bette Davis, Anne Baxter y George Sanders este lunes en 'Días de cine Clásico'

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