- Para la mousse:
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- 90 g de leche
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- 90 g de nata para montar
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- 4 yemas
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- 190 g de chocolate negro fondant
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- 3 hojas de gelatina
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- 50 g de clara de huevo
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- 20 g de azúcar
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- 150 g de nata para montar
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- Para la base crujiente:
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- 100 g de barquillos troceados
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- 50 g de pasta de praliné o crema de cacao
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- 30 g de mantequilla
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- Para decorar:
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- 1/2 mango
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- Unas frambuesas o unos fresones
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- 1 cucharada de azúcar
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- 1 cucharada de zumo de limón
| - Empezamos con la mousse. Ponemos en remojo, en agua fría, las hojas de gelatina. En un cazo, hervimos la leche y la nata. En un bol batimos las yemas y, sin dejar de batir, añadimos la leche hirviendo. Vertemos toda la mezcla en el cazo y cocemos a fuego suave, sin dejar de remover hasta que espese ligeramente sin llegar a hervir (al introducir una cuchara en la mezcla debe quedar ligeramente napada).
- Retiramos del fuego y añadimos la gelatina escurrida. Paralelamente, derretimos el chocolate al baño María y añadimos a la preparación, removiendo hasta conseguir que la mezcla sea homogénea. Montamos las claras a punto de nieve con unas varillas eléctricas y añadimos el azúcar. Montamos la nata también. Incorporamos la nata y luego las claras a la mezcla de yemas y chocolate, poco a poco, con movimientos envolventes. Vertemos la mezcla en los moldes individuales de silicona y congelamos un mínimo de tres horas.
- Seguimos con la base crujiente. Mezclamos la mantequilla reblandecida, con los barquillos molidos y la pasta de praliné. Colocamos esta mezcla en círculos de acetato de unos 15 cm de diámetro y reservamos en el frigorífico como mínimo 1 hora.
- Disponemos los discos en platos, colocamos encima la mousse y retiramos el acetato. Servimos con las frutas y alguna salsa, al gusto del comensal. ¡Que aproveche!
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