No hay nadie que les diga cómo ser o qué hacer con su cuerpo. Así son Claudia y Luismi, dos de los aspirantes de MasterChef 10. En su entrada al plató, Luismi reconoció que le imponía el escenario. "Estoy tratando de gestionar la adrenalina", confesó. Pero poco a poco se fue soltando. Descubrimos que era bombero y que venía de Torrejón del Rey (Guadalajara). Según avanzaba la conversación Luismi iba cogiendo más confianza y llegó a desglosar el tiempo que le costó aprobar la oposición de bombero: "Me costó 9 años, 3 meses y 7 días". Jordi no podía dejar de reír.
Luismi se terminó soltando de tal manera que incluso hizo twerking delante los jueces. ¡Samantha no daba crédito! Y es que Luismi es feliz como es. Viviendo la vida a su manera, con dosis gigantes de ilusión y alegría. Tal es la cosa que el aspirante confesó que los pantalones que llevaba eran de mujer: "Son super skinny y creo que me hacen culito de caramelo". Las risas de los jueces retumbaron en el plató.
El bombero de MasterChef: Soltero y sin compromiso
Para terminar su presentación y antes de darle el toque final a su plato, Luismi le confesó a Samantha que hace dos años le dejó su novia, con la que llevana 15 años. Y tras una racha difícil en el amor, lo superó y ahora no descarta encontrar pareja en MasterChef: "De todo se sale, Samantha". Solo con su presentación, ya tenemos claro que cocina y buen humor son dos de las características de este bombero.
Claudia, la aspirante de MasterChef con más retoques estéticos
En el mismo grupo de Luismi, conocimos a Claudia, un terremoto que viene de Barcelona y que trabaja como azafata de vuelo. Eso sí, Claudia tardó mucho menos que Luismi en coger confianza. "Ya que estamos hablando de culos os diré que el mío es infiltrado". Así de directa se dirigió a los jueces. Ella, mujer con carácter, se colocó delante de Pepe, Samantha y Jordi y les detalló los retoques estéticos que se ha hecho: además del culo, una liposucción, abdominoplastia, labios y ombligo postizo. Claudia disfruta de su cuerpo libre de etiquetas sin atender a lo que los demás puedan decir. La libertad forma parte de su personalidad, ya que, según ella misma confiesa, se hizo los retoques a los 18 años.
Detrás de ambas historias, está el nexo de unión de la cocina. El risotto con aceite de albahaca y pan rallado de Lusimi y la sopa de guisantes con vieira de Claudia convencieron a los jueces, que les entregaron el delantal blanco. Eso sí, a Luismi le tocó sufrir más de la cuenta, ya que en una primera instancia recibió dos negativas a entrar, pero Pepe rectificó y salió a buscar al bombero para hacer entrega del deseado delantal. La celebración estuvo a la altura. La misma altura que alcanzó Pepe cuando Luismi le zarandeó por los aires.