Si algo nos ha regalado el barrio de Santiago, en Jerez, es talento. Allí han nacido grandes figuras del flamenco, como Lola Flores. La Faraona comparte cuna con nuestro protagonista, Fernando Fernández Monje, más conocido como Terremoto de Jerez. Gitano, analfabeto y nacido en la miseria, rodeado de una familia que le enseñó a moverse y a tocar las palmas. Poco o nada parecía indicar que con los años estaríamos hablando del mejor cantaor de flamenco de la historia. Su muerte prematura nos privó demasiado pronto de su duende, pero un talento así no se olvida y él sigue vivo en los recuerdos de todo aquel que tuvo el placer de conocerle y escucharle cantar.
Imprescindibles - Fernando Fernández Monje, Terremoto
Se expresaba a través de sus canciones. La letra, que a veces improvisaba porque se le olvidaba, era lo de menos, porque todo el mundo se quedaba prendado de su voz. Su estilo, paradigma de los sonidos negros, representa la sublimación del cante jondo. Cuentan que a la mismísima Lola Flores se le saltaban las lágrimas cada vez que le veía actuar. Sus hijos recuerdan cómo él mismo rompía a llorar cuando escuchaba su propia música.
Fernando Fernández Monje, más conocido como Terremoto de Jerez TVE
Su talento era tan innato que ni siquiera se tomaba la molestia de ensayar antes de salir al escenario. "Artista de artistas", "cantaor de cantaores", así se refieren a él los que comparten su pasión por el flamenco.
Una infancia marcada por el hambre y el baile
Terremoto de Jerez, por aquel entonces solo Fernando Fernández Monje, nació en 1933, justo antes de la guerra. "Yo he pasado mucha hambre, muchas fatigas, porque mi madre se iba a la plaza y no había pan ni nada", contaba él mismo en una entrevista. A los sietes años ya salía a la calle a bailar junto a otro niño, otro talento, Romerito de Jerez: "Yo le cantaba, el bailaba, luego yo baila y el cantaba y poníamos la boina para que nos dieran de comer. No teníamos ni zapatos, nada que ponernos en aquella época".
No es de extrañar que a una edad tan temprana empezar a descubir el mundo que después conquistó. A su alrededor se respiraba flamenco, toda su familia cantaba y bailaba, creció en un lugar donde los niños jugaban a dar palmas y taconear. Adoptó el apodo de su hermano cuando este decidió dejar atrás la guerra e instalarse en Argentina.
Terremoto de Jerez cuando tenía solo 7 años TVE
Por aquel entonces él solo bailaba, hasta que un día, mientras bailaba para deleitar a un grupo de señores, se arrancó a cantar. Uno de ellos le dijo que su futuro era ser una figura del cante y esa frase se le quedó grabada a fuego. Desde entonces, no dejó de hacerlo.
Su pique con Manolo Caracol
Su primer disco, de la mano de Philis, fue un éxito en todo el país. "El mejor que he hecho", aseguraba. Se fue a Madrid para grabarlo y en la capital se instaló. Allí estaban los grandes artistas, triunfando en los tablaos más importantes durante los años 60, la época dorada del flamenco. Él empezó en El Duende.
Fernando Fernández Monje, más conocido como Terremoto de Jerez TVE
Después se fue a Los Canasteros. Fue entonces cuando le apadrinó Manolo Caracol, otro gran cantaor y propietario del tablao. Dos hombres triunfadores, con mucho caracter, la razón por la que terminaron chocando y su relación se vio afectada. Terremoto de Jerez contaba que Caracoles le invitó a actuar junto a él durante quince días. Él aceptó, el problema vino después, cuando se llevaba la mayor parte de los aplausos y el público no dejaba de corear su nombre. Fue entonces cuando Manolo Caracol decidió no volver a cantar con él.
Su muerte prematura
Terremoto de Jerez no salía al escenario sin haberse tomado alguna copa antes, los organizadores de los festivales en los que participaba lo sabían y le ponían al principio para evitar que actuara borracho. Su mujer le acompañaba de vez en cuando para controlar que no se pasara mucho con el alcohol. La última vez que cantó fue en Ronda. Era el 5 de septiembre de 1981, tenía 47 años y el higado en mal estado. Llegó a casa de madrugada, se sentía indispuesto, y solo unas horas después certificaron su muerte. Su médico personal diagnosticó paro cardiaco, nada que ver con su afección hepática.
Fernando Fernández Monje, más conocido como Terremoto de Jerez TVE
Fruto de su matrimonio con Isabel Pantoja Carpió nacieron sus tres hijos, dos mujeres y un varón, que quiso seguir los pasos de su padre y dedicarse al mundo de la música. Fernando Fernández Pantoja falleció también a una edad temprana, igual que su padre. Su hija y nieta de Terremoto de Jerez, María, continúa hoy en día con su legado.