Le costó 19 días y 500 noches olvidar a María. De qué se quejaba Joaquín Sabina, si ni un millón de años servirían para borrarle de nuestra memoria. No importa lo mucho que se aleje de los escenarios, a Sabina le esperamos el tiempo que haga falta. La última vez que disfrutamos de su música en directo fue el 12 de febrero del 2020, en el WiZink Center de Madrid. Era el día de su cumpleaños y cantaba junto a su querido Serrat cuando, de repente, el cantante se precipitó desde el escenario y cayó al suelo. Dolorido, sentado en una silla de ruedas, se despedía del público, prometiéndoles que le volverían a ver más pronto que tarde. La pandemia cambió sus planes y, desde entonces, no ha vuelto a deleitarnos con un recital de los suyos.
"No pienso volver a los escenarios mientras la gente esté con mascarilla, no pueda levantarse o no pueda fumar o tomar una copa. Me temo que eso no será hasta dentro de un año y medio por lo menos. Pero sí volveré a decir 'hola y adiós'", aseguraba Joaquín Sabina el pasado mes de octubre. En su página web no hay conciertos programados ni próximas giras anunciadas, tal y como él mismo predijo.
La espera ha terminado. Ha vuelto triunfal. A los Goya y en la noche en la que su hija Carmela ha ganado un Goya. Justo dos años después de su adiós, el día de su 73 cumpleaños, Sabina se vuelve a subir a los escenarios. Ha sido de Leiva, con quien además de canciones, comparte una gran amistad.
Así fue la caída que le obligó a suspender su último concierto
Los asistentes se llevaron un susto de muerte cuando vieron a su ídolo dar un paso al frente, cuando estaba justo al borde del escenario, y precipitarse hasta caer al suelo. Los sanitarios se lo llevaron en la camilla para poder examinarle. "Estas cosas solo me pasan en Madrid, lo siento muchísimo", lamentaba Joaquín Sabina después de la caída. "Me he dado un golpe muy fuerte en el hombro, que duele mucho y me hace que tengamos que suspender con todo el dolor el concierto", añadía.
No es la primera vez que Sabina se ve obligado a suspender un concierto. En 2014, unos problemas estomacales le jugaron una mala pasada, según sus propias palabras, aunque en un primer momento se hablaba de un ataque de pánico escénico. "Una disfonía aguda consecuencia de un proceso vírico" que lo dejó "mudo" fue la causa que le llevó a suspender en 2018 un concierto después de hora y media y cancelar también los cuatro restantes de la gira Lo niego todo. Sea como sea, con él siempre nos quedamos con ganas de más.