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Ucrania: cultura y patrimonio que merecen ser protegidos

 Reportaje   El gallo que no cesa  
  • De la capital a Leópolis pasando por los Cárpatos, viajamos a Ucrania para conocer su singularidades

  • Su cultura, el patrimonio y su gastronomía nos aseguran una experiencia diferente

PAULA MAYORAL
6 min.

Estos días se habla y mucho de Ucrania. Las noticias sobre la guerra, la tropas rusas en la frontera, las conversaciones entre bloques se repiten cada día y nosotros, en El gallo que no cesa, hemos querido acercarnos al país desde una perspectiva diferente: para ver, por un lado, cómo están viviendo los ucranianos esta situación que, por otro lado, no es nueva, y para conocer su cultura y su patrimonio.

El ministerio de Asuntos Exteriores no recomienda viajar estos días hasta allí, pero esperemos que pronto podamos recorrer las ciudades y los parajes ucranianos de nuevo. Será una buena noticia.

Vistas de Leópolis desde la Torre del ayuntamiento

Nuestros compañeros en este viaje han sido Kate y Denys, del blog viajamosjuntos.net. Esta pareja de ucranianos, residentes en Madrid, han compartido con nosotros su cultura, tradiciones y algunos rincones que les gustan especialmente.

El gallo que no cesa - Tierra sin límites: Rincones y costumbres de Ucrania - Escuchar ahora

Una situación que no es nueva

La guerra en Ucrania comenzó hace ocho años, aunque últimamente estemos escuchando hablar más del conflicto viene de atrás. “Ahora los países han empezado a preocuparse y negociar y por eso se habla más de ello, pero esto lleva así desde 2014”, explica Denys.

¿Y cómo viven los ucranianos esta situación, tanto los que están dentro como los que residen en otro país? Kate afirma “está más preocupada que la gente de allí” porque “ellos llevan ocho años viviendo esto, están preparados pero al final normalizas la situación” remata Denys.

Por eso, el deseo no es que Ucrania desaparezca de las noticias, sino que el conflicto se resuelva para que el día a día vuelva a la normalidad.

De momento y dada la situación, Exteriores aconseja no viajar al país, pero esperamos regresar pronto.

Un destino cercano pero muy diferente

Llegar a Ucrania es toda una experiencia. Desde que pisamos el aeropuerto vamos a tener la sensación de que todo es diferente y eso que estamos tan solo a cuatro horas en avión. Los modales, las infraestructuras, los carteles en cirílico, los olores, la comida... todo ayuda a crear un contraste muy grande desde el primer momento.

Dumplings con tocino frito

“Realmente le va a llamar todo la atención. Es un choque cultural en todos los sentidos. Todo funciona de otra manera, comprar un billete de tren es una aventura porque, por ejemplo, el servicio no es amable”, explica Denys.

Para moverse entre las ciudades más grandes el transporte público es una opción, pero para acceder a lugares más recónditos ya hay que buscarse las castañas y optar por ejemplo por alquilar un coche (aunque las infraestructuras no son comparables a las de otros países europeos) o dejarse guiar por locales como Denys, que está trabajando para crear un proyecto para enseñar a los españoles su país “Se llama Viajar a Ucrania y la idea es hacer viajes de autor”.

Kiev/Kyiv y Leópolis, la capital y la capital cultural de país

Ucrania es un país grande, algo más que España y elegir qué ver es una tarea complicada. En casi cualquier ruta estará presentes la capital, Kiev (como la conocemos aquí) o Kyiv (como la llaman los ucranianos).

Los edificios enormes y las cúpulas doradas de las iglesias ortodoxas llaman la atención desde el primer momento “cuando llegas por primera vez a un país de la antigua Unión Soviética y ves esa arquitectura monumental te impresiona”.

También hay que acercarse a plazas como la de la Constitución o la de la Independencia. Lugares que están marcados por los acontecimientos de los últimos años “Toda esta historia reciente es muy importante y todo empezó allí en Kyiv”, por eso Kate recomienda conocer la ciudad con guía.

Otro atractivo de Kiev es su metro. Tiene el récord de tener la estación más profunda del mundo y algunas paradas monumentales. “Viajar en metro te va a parecer como una película. Las paradas son muy profundas así que te tiras 10 o 15 minutos bajando por las escaleras mecánicas y luego hay estaciones de metro que son artísticas, auténticas obras de arte”.

Si Kiev es la capital, Leópolis es la capital cultural del país. Está considerada una de las ciudades más bonitas de Europa. Por su centro histórico, por iglesias como la catedral de San Jorge, plazas como la de Rynok y por toda la cultura que desprende. Como curiosidad Leópolis está ubicada en la “Galicia”, así se llama la región, ucraniana.

Plaza central de Leópolis Foto Viajamos Juntos

Una gran parte de los edificios de su centro histórico están levantados en piedra y además de observar sus fachadas, merece la pena descubrir algunos lugares secretos a los que se accede abriendo puertas “siempre que veas una puerta abierta hay que entrar porque muchas veces te lleva a los espacios interiores o a otra calle secreta...”

Y hablando de sitios curiosos, Leópolis tiene una oferta gastronómica particular. La ciudad está llena de restaurantes temáticos. “Yo calculo que hay entre 100 o 150 restaurantes temáticos y cada año abren más porque la gente de la ciudad demanda algo nuevo”.

Un jacuzzi a la ucraniana

Cerca de Leópolis, en la misma Galicia ucraniana, nos podemos acercar a los Cárpatos para pasear por sus bosques o subir a picos que alcanzan, en algunos casos, los 2000 metros, aunque también hay patrimonio y cultura. “Es una zona con más castillos, en su momento estuvo ocupada por Polonia y Austria y son zonas con muchas tradiciones y muchas fiestas locales”.

Se pueden hacer actividades en la naturaleza, practicar senderismo o esquí en invierno y disfrutar de los baños termales o de sumergirnos en un jacuzzi algo particular, a la ucraniana, “un cazo metálico con una hoguera debajo (…) tú estás en el cazo con la hoguera debajo que es lo que te está calentando el agua”.

Platos contundentes y muy sabrosos

La gastronomía está muy marcada por la época del año en la que se viaja. En verano imperan las ensaladas y platos con verduras frescas y en invierno, los estofados o las sopas, entre ellas la borsch a base de remolacha “la famosa sopa roja que también existe en Polonia, pero en Ucrania es un poco diferente (…) la sirven en todos los restaurantes”.

Un ingrediente que no falla es el tocino que se prepara de muchas maneras y por supuesto la nata agria “casi el 50 o el 60% de los platos se acompañan con nata agria, tanto dulces como salados”.

Y para beber lo imprescindible es la cerveza así que “dva pyva Budʹ laska”, dos cervezas por favor.

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